En
Sueño Profético hablaban de estas
Enseñanzas. Que no son para el que las escribe, porque el que las escribe,
antes las recibió su espíritu. Que son las que luego enseña la materia. Decían:
Tu
tiempo, ya no es para convencer. El convencer va más donde no existe verdad.
Con estas pruebas aplastantes, que estudien los libros, párrafo por párrafo,
como el que estudia una carrera. Pero este estudio que sea espiritual, porque
el título luego es para el espíritu.
Dijo
uno:
Pon
el párrafo del Mensaje del 16-2-81. Esto fue dicho por Dios hombre a los
Discípulos:
“El que Me conozca y a
vosotros os dé la preferencia, pensad que no va de mi Padre, que va de
espíritus que quieren formarme la guerra”.
“Entristeceos, cuando os
prefieran antes que a Mí, porque esa preferencia no va del Espíritu Santo, que
es el que manda mi Padre. Si pasáis, que sea habiéndola Yo antes pasado. Pensad
mi sufrimiento, y más Me buscaréis, diciendo: “¿Maestro, qué hago?”. Pero no Me
habléis de lo que sé, porque mi sufrimiento aumentáis, aunque Yo sepa lo que
guardáis para que Yo no sufra”.
“Si os dieran en la cara, no devolved el golpe. Haced que piensen en el golpe que os han dado. Que el pensar se lo hacéis devolviendo un bien en pago al mal”.
Desperté, oí:
Antes dicho al espíritu sólo,
y después, al despertar,
al
espíritu y materia.
Ten presente estas Palabras,
que
ya les ha llegado su tiempo:
“Tu tiempo,
ya
no es para convencer”.
El convencer, va más
donde no existe verdad
con
estas pruebas aplastantes.
Que no cojan tu sufrimiento
como
espada defensora.
Que lo mismo que Dios permite,
mucho de su Permitir
no
cuenta aquí en su Gloria.
Pero, ¿cómo Dios va a elegir
sin demostrar el Instrumento
cómo
hay que llevar sufrir?
Hay veces
que tienes que romper el mueble
para ver el carpintero
cómo al trabajo responde.
Que si el mueble está más nuevo,
más
se luce el carpintero.
***
Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C3
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