En
Sueño Profético decían:
La
alegría que es de Dios, sí es alegría. Ésta dura toda la vida. Dios siempre te
concederá aquello que más alegría te dé, aunque el que no ame no vea alegría.
El que Dios elige, la tristeza la convierte en alegría.
Sigue
el Mensaje un espíritu de Dios:
Hoy te
ha dado alegrías el que hizo confesión diciendo que en Dios no había creído
hasta que cogió los Libros con estos Mensajes, y dice que no le importa decir
en público que le ha entrado un creer tan grande, que ya no podría vivir si volviera
a vivir sin creer en Dios. Esto lo dice con Fuerza de Dios, para que lo crean y
aprendan.
Cuando
te llegue un pensamiento para sufrir, pon el pensar Aquí y di: “Señor, Tú
puedes quitar el sufrir. Si no lo quitas, puede ser para que vean que el que Te
quiere acepta el sufrir sin protestas”.
Desperté,
oí:
Dios
te da alegrías. Y si Lo amas, no se te quitan.
Si
pensaran en el sufrir que guarda el Elegido, más verían que el Elegido es
mandado por Dios.
Si
obedecieran tus palabras, los espíritus del mal quedarían como víboras en
cieno.
Tiene
que llegar el día que te pidan parecer de cómo beber el agua, si sentados o de
pie.
Hay
quien siente esta Verdad pero no se la dejan disfrutar.
Sigue
pidiéndole a Dios alegrías, que Dios las tiene para que se las pidan.
Esto,
para entenderlo, tienes que decir: “Señor, tu Mando me da alegría, por ser
Mando del Cielo”.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C6
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