domingo, 14 de agosto de 2022

El que ama a Dios ve más milagro

En Sueño Profético decían:

No sufras porque a Dios mucho le pidas, que el que pide es porque ama, cuando el pedir es para otro, que es lo que a ti te pasa.

Dijo un Discípulo de Dios Hombre:

Cuando estábamos con cuerpo, había días que nos faltaba tiempo para contarle al Maestro las peticiones que traíamos de la calle: Unas eran de espíritu y otras de cuerpo.

Nosotros queríamos cundir que era Dios Hijo, y las peticiones nos ayudaban porque su respuesta luego dábamos. Si la petición era con maldad, luego Lo iban a buscar para pedirle el Perdón. Y si era con Amor, veían milagro a nuestra petición.

Sigue Santiago:

Un día nos encontramos con dos bien trajeados, que por su aspecto nunca habían trabajado, por tener fincas y dinero de sobra. Se pararon y ésta fue su pregunta:

—¿Dónde podríamos ver al Maestro, para pedirle que tuviera caridad e hiciera milagros con el que pasa hambre?

Fue terminar las palabras y verse venir al Maestro con un hombre y dos niños –de entre 12 y 14 años– con aspecto de hambre. Se paró el Maestro y dijo:

—Ese padre y estos hijos vienen a buscarme para que les dé Mando, aunque sea sin pagarles. Si les doy Mando, ellos son los que no saben cómo pagarlo. Esto os puede servir para que veáis el Poder de mi Padre en Mí. Estos que Me han buscado, ya tendrán de sobra y harán milagros con las sobras que yo les iré aumentando.

Y dirigiéndose a los que nos habían preguntado les dijo:

—Vosotros cogeréis el sitio que éstos han dejado.

Desperté, oí:

Estos que ofendían a Dios Hijo, Maestro para sus Discípulos, eran los más ricos del pueblo, y a Dios culpaban de que hubiera hambrientos que llamaran a su puerta.

Éstos enfermaron, y los que tenían trabajando para ellos, buscaron otros sitios donde estaban mejor mirados.

Se cundió que habían ofendido al Maestro, y estos trabajadores, al Maestro buscaron.

A muchos se les oían estas palabras:

“Maestro, ¿he pecado, porque cuando los oía Ofenderte me salían palabras pidiéndote para ellos la muerte como un milagro de grande castigo?”.

Aquí se ve milagro de Dios en el pobre que ama a Dios y en el rico que le sirvió su dinero para pagar el Infierno.

El que ama a Dios ve más milagro en que Dios no castigue al hombre hasta que su cuerpo entierren.

Santiago

Un Discípulo de Dios

***

Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C3

1 comentario:

  1. Sólo Dios puede contar la Historia Sagrada tal y como fue.
    Este Pasaje removerá conciencias a muchos.

    ResponderEliminar