Yo soy Dios Hijo, enviado por mi Padre

En Sueño Profético hablaban del contenido de estos Escritos, de su Fuerza, de su exactitud en el tema que Dios manda dictar para que quede escrito por el lugar que Dios elige. Esto, no cogerlo los hombres que dicen que aman a Dios, Ministros de Dios y seglares, no tiene explicación. No tiene explicación para el que en la Tierra ame a Dios. Pues piensa los que están en la Gloria, Reino de Dios, ¿cómo poder engañarlos?

Estas Palabras son dichas Aquí a un espíritu que con el Mando de Dios deja el cuerpo a la Llamada que Dios le da. El cuerpo deja vacío, en espera del espíritu que lleva estas Palabras para que el hombre tenga siempre presente que hay otra Vida, donde no existe materia, porque el Poder de Dios no la necesita. Aquí, Dios hace imagen con más perfección que la materia ahí tiene, para Enseñanza del espíritu que Aquí trae, para que ahí dé la Enseñanza.

Dijo uno con el Mando Divino:

Si nada más que al ver la abundancia que este Elegido tiene de escritos, al Dictado de Dios, ya ves Cosa sobrenatural. Son Palabras sencillas, pero de una sencillez que no pueden las inteligencias corregirlas para poner palabras universitarias, que es máxima sabiduría del hombre.

Desperté, oí:

No hay palabras que no ofendan, que quieran defender al teólogo o al que vive de las letras y tiene aquí este abandono.

Había de tener peligro la vida, y si Dios da un Mensaje, acudir para que se cunda.

A Dios Lo clava el hombre, por decir:

“Yo soy Dios Hijo, enviado por mi Padre”.

Todo el que le hable Dios, lo justifica más con no callarse.

Y con muchas cosas más que no ve el que no ama.

Si habla Dios en ti y escrito dejas sus Palabras y su Nombre, ya el hombre jamás puede desmentir.

Pero queda al descubierto, porque Amor no tiene Aquí.

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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C2