viernes, 26 de agosto de 2022

En los tiempos del adelanto, no puede haber engaño

En Sueño Profético hablaban del Poder de estos arrobos, de la Paz que van dejando al que cree que habla Dios.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Del espíritu que Dios trae Aquí, debería ser publicado todo lo que ve con el Mando que Dios le da para enseñar al hombre que cumpliendo los Mandamientos de Dios, que son la Ley de la Gloria, Aquí viene. Y si en la Tierra no cumple su Ley, Dios le cierra estas Puertas. Porque si entraran en la Gloria espíritus que han vivido el mando de Satanás, ya no sería la Gloria.

El hombre, con su adelanto, quiere meter en la Gloria espíritus condenados.

Debería servir el adelanto para achicar cada día más el pecado, y para que llegara el día que de esto se hablara con gran extrañeza: de perder la Gloria por hacer pecados, por haber tantos estudios que al pecado dejaran al descubierto.

Dicen en la Gloria que, hace muchos siglos, un analfabeto podía pecar por dudar de lo que Dios habla en su Evangelio. Podía, como niño, coger la inocencia y ser engañado. Pero en los tiempos del adelanto, no puede haber engaño. Lo que se hace es enseñar y aprender a Dios no querer.

Desperté, oí:

No se oía en la Gloria nada más que la palabra “pecado”.

Culpaban a la enseñanza de decir que en los tiempos modernos y de cultura no era nada malo.

Que hembra y varón podían vivir juntos sin llegar al pecado.

Y que con educación los respetaban aunque vivieran pecado.

Este Caso es tan grande que, el que no ama a Dios, quiere ensuciarlo.

Tus ruegos son reloj en espíritu, que no descansa minuto, porque el Amor a Dios le da la cuerda al reloj.

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Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C2

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