Salvación de espíritu

En Sueño Profético hablaban del que Dios, aún teniendo cuerpo, trae su espíritu a la Gloria y le da poderes para que acerque a este Enseñanza al que no la ha tenido y quiere que de ella le hablen. También Dios le da poderes para que vean milagros, bien en enfermos, o en espíritu que están al borde de perder la Gloria por el pecado. A éstos, como oigan estos Mensajes, los verás con gran cambio.

Dijo un espíritu de la Gloria que está al Mando de Dios:

Tiene que tener un valor grande el que conozca este Caso y pueda vivir retirado de él. Era para que al estar unas horas al día sin este contacto, notaran algo y se dieran cuenta de que es por culpa de los espíritus que no son de Dios y quieren de Esto retirarlos.

A los que están más cerca, diles que palabras que tú digas, no las contradigan, porque esto puede separarlos de Dios, y cuando a Dios Le pidan lo que la Tierra no les pueda dar, Dios no los escuche. 

Decían, que tener cerca esta “Salvación de espíritu” y darle mal trato, era no creer en Dios, o creer y no amarlo.

Ya se ha cumplido el tiempo de querer dar, esta Enseñanza de la Gloria, con miedo. Esto es sufrimiento grande, porque ves que el Mando de Dios no lo respetan y oyes ofensas contra Él, porque el Mando no es del Elegido.

Cuando tengas que cumplir este Mando, retira el miedo y di: “Dios me da el Mando”.

Desperté, oí:

Decían en el arrobo que, en un caso como éste, era para que todos dijeran:

“Señor, ¿qué hago? Yo sé que su cuerpo y su espíritu es el que nos lleva a los milagros”.    

La publicidad de estos Mensajes hace pensar a muchos cuando se sienten enfermos: “Señor, yo no merezco pedirte el Perdón, porque tus Palabras no las leí, aunque sabía que enviabas, durante muchos años, un Mensaje todos los días”.

Los Ministros de Dios son los que deben hacer publicación en la misa de lo que está diciendo Dios.

Todos los Libros que hay por hacer, que ponto en los escaparates estén.

Al Elegido le da Paz el pensar que para que Dios haga algo no Le hace falta nada más que su Poder.

¿Quién pensaría que yo, sin saber restar, haría los Libros que Dios manda dictar?

Dios manda talento al que su Amor lo lleva por fuera y por dentro.

***

Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C1