En Sueño Profético decían:
Piensa en las alegrías, que no son de la
Tierra. Que éstas no faltan ni de noche, ni de día. De noche, en el Arrobo del
espíritu, y de día, en el oír dictar las alegrías, para en Libros publicar. Esta
publicación, de no ser dicho todo por Dios, no se podría publicar. Pero se ve
la Verdad en la publicación, que no pueden decir: “esto está mal” o “esto no es
verdad”.
Dijo un Discípulo de Dios Hombre, cuando
vivía en la Tierra, que se hizo Hombre por Dios Padre para que diera la
Enseñanza que Dios Padre Le decía, para que no perdieran la Gloria. Que este
sitio tienes que pedirlo cuando vive tu cuerpo, que es el Sitio Eterno. Ya se
dice el nombre del Discípulo: “soy Santiago”.
Santiago quería decir que él le decía
Maestro, porque quería que todos así Lo llamaran, todos sus Discípulos.
Desperté, oí:
Cuando tienes alegrías, las persigue el
mal que han querido poner aquí, en lo que Dios a dicho mal entendido
El Dictado de lo que hablaba es de Dios, cuando bajó a la Tierra a enseñar de su Gloria.
Si Esto se enseñara a todos, se formaría
una unión con la Presencia de Dios.
“Señor, yo sé que mi nombre tiene que ser
conocido, cuando Tú me concedas los Milagros que yo Te pido”.
El sueño no llegaba, y yo decía: “Señor,
si no me duermo, más de Ti me acuerdo”. Me han dado unas grandes alegrías el ver los
Humos Divinos, que se formaba techo con la oscuridad que había.
Esto es Poder de Dios para que retires
cuando quieren que vivas en grande sufrir.
Tu pensar que siempre esté pensando que
Dios te manda en espíritu y cuerpo. Que hoy nadie puede decir: “Esto que yo
digo, me lo está diciendo Dios”.
Pon alegría a tu espíritu con esta Visión
que Dios hace:
Estaba la carne que Dios me unió, en su
despacho, como cuando copiaba los Mensajes, y dijo:
“Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo lo
necesita tu espíritu”.
Esta Visión y estas palabras es lo que me
da la alegría cuando el cuerpo lo tengo triste y cansado, con dolencias leves,
que son del pensar.
El pedir por los que esperas Milagros, es
un pedir que no falta en tus palabras o en la Visión que Dios te hace.
En esta Presentación de los Libros con la
Palabra de Dios, van a pensar, los que esto no creían, que Dios los puede
castigar.
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Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C8
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