En Sueño Profético decían espíritus de la Gloria:
El pensar que Dios te pone es un pensar para hacerlo.
Aquí tienen que poner la confianza en Dios, que es el que todo lo puede hacer.
Con confianza ya el pensar te da fuerzas y no ves, en nada, que a tu pedir le
falte confianza en Dios. Y ya la confianza abraza al Amor de Dios, lo agranda y
ya su vida es Amor a Dios, y lo publica para que la confianza, en todo, la
ponga el que a Dios con confianza le pide.
Cuando Dios elige es porque ve que el Elegido a todo
le pone el Poder de Dios, y si Dios no lo concede sabe que le dará una alegría
mayor. Y teniendo en todo este pensar la confianza no le faltará. Que esta
confianza está puesta en los que están aquí unidos, que si éstos reciben
palabras de espíritus de Dios y ayuda para sus cuerpos pueden ser unos
pregoneros de la Palabra de Dios, hoy diciendo.
Cuando es Mando de Dios lo que hace este Elegido se ve
en todo, sin poderlo dejar oculto, porque las palabras Dios se las dice a su
espíritu y el pensar a su cuerpo. Que,
cuando hace el pensar, si no están unidos
al Elegido no pueden entenderlo.
De momento se vio la carne que Dios me unió, con su
cuerpo y su traje, en su despacho como cuando copiaba los Mensajes. Su mirada
quería dar fuerzas, y ya dijo:
- Ana,
mandan que diga que te cuides y yo lo digo: cuídate, cuídate, que tu cuerpo le
hace falta a tu espíritu para la Obra que tu cuerpo hace. Esto no lo digo yo,
es un espíritu de la Gloria diciéndolo en mi espíritu.
Desperté, oí:
El sueño no llegaba porque las alegrías lo retiraban,
pensando en los ingresos que me daban los que están aquí unidos.
El pedir del Elegido es:
- Señor,
que el que los dé el recibir sea mayor, con Poder de Dios, y que lo digan,
diciendo que Dios da el ciento por uno.
Que el que lo recibe no lo puede tener oculto.
A los que están aquí unidos los tengo a este Mando de
Dios, pero mi sentir es que estén contentos.
***
Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII
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