En Sueño Profético hablaba Tomás de
Aquino. Éstas eran las palabras que de la Gloria salían:
Representantes
de Dios o teólogos que estudien Teología, si creen en Dios, por qué no
defienden esta inmensa Teología, y ya es amar a Dios. Y si no creen, que se
quiten el nombre de Representantes de Dios, y el teólogo, que no viva de la
Teología, porque está desafiando a Dios y explotando su Nombre, como en
cualquier carrera o profesión.
Teología es
Palabra de Dios, que sus temas son Evangelio, unos hechos dichos por Dios Padre
y otros por Dios Hijo, cuando se hizo Hombre y bajó a la Tierra.
Representantes
de Dios o teólogos que crean en Dios –aunque no Lo amen–, tienen que conocer o
deben conocer lo que del Cielo baje en la boca que Dios quiera que lo hable.
Que primero hace arrobo, y cuando manda el espíritu al cuerpo, manda que quede
escrito que por espíritus de la Gloria es dictado al espíritu, cuando ya están
normales el espíritu y el cuerpo.
Desperté, oí:
De estos arrobos
pueden aprender a seguir el Camino de Dios, por ser Dios el que manda dictar hechos
de su Vida Pública y de vidas que ahí vivieron otros. Unos fueron Elegidos. Y
en otros, el sufrimiento publicó el Amor a Dios que tan grande tuvieron.
¿Cómo
ministros de Dios, que a Él representan, pueden vivir sin acudir a estas
Palabras, dichas para el mundo entero?
¡Que ellos
deben de ser los primeros pregoneros!
Si dices que
eres teólogo y estos Escritos no buscas ni entiendes, yo, Tomás de Aquino, con
el Mando de Dios, el Perdón no puedo pedirlo.
Y del que
administra sus Poderes, el Perdón aquí no llega, cuando otros vean que muere.
TOMÁS
DE AQUINO
Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C7
No hay comentarios:
Publicar un comentario