En
Sueño Profético decían:
Si todos
aprendieran y vivieran esta Enseñanza, ya no podrían vivir sin ella.
Con
ella sientes en tu cuerpo un Amor de Dios que te aconseja lo que es para el
Cielo y lo que es para la Tierra.
Para
la Tierra es una ley que pone el hombre, y si no la cumples, hasta te
encarcela.
Para
el Cielo, es un Amor que todo lo acepta. Y si te llega sufrimiento, agrandas el
Amor a Dios y piensas: “Esto son pruebas. Señor, yo no me enfado, porque sé que
Tú cada día más me dejas que te quiera. Y con dejarme que Te quiera, ya me
estas premiando”.
Dijo
un espíritu de Dios:
Esto
que dicen en Gloria es el pensar del Elegido. Por gran sufrir que tenga,
siempre ve un camino para amar más a Dios y pedirle por los suyos. Siempre, el
consejo que da es para que no culpen a Dios. Su consejo es Amarlo más, porque
sabe que el sufrir, de Dios puede retirar. Su vida va dando consejo de Paz, de
carne unida, de madre a hijo y de amor al Prójimo. Su consejo es pensar que hay
otro Mundo, donde Dios espera al pobre y al rico.
Desperté,
oí:
Se oía
mucho en la Gloria: ¡La Enseñanza del Elegido, si todos las practicaran...!
Va
dando enseñanza en el color del vestir, sin que nada pueda obligarla.
No se
cansa de acudir donde hay sufrir y la llaman.
No
responde mal donde mal le han dado.
Lo que
sí tiene es gran sufrir –que lo tiene guardado– de ver a los que a Dios
representan no acudir a este milagro.
Que el
Poder de Dios a la “Piel de Cordero” la moja y la seca, sin poder esto
ocultarlo.
¡Qué
bueno eres Dios!, dicen en la Gloria los ángeles y los santos.
¡Que
tienes Poder para acabar con el mundo por el desprecio que el hombre Te hace!
Piel
de cordero, que el que viene a verte, ya lleva Premio.
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C7
Pues si Aquí nos enseña Dios como hay que Amarlo, cojamos estos Consejos y vamos por el camino bueno y así dejamos el malo.
ResponderEliminarConsejo que viene de Dios hay que practicarlo y si es menester cojamos papel y lápiz para no olvidarlo.
Qué Bueno es Dios que nos Enseña para que no nos perdamos!