jueves, 8 de junio de 2023

Dios me manda que diga

En Sueño Profético decían:

Se van a decir Palabras para que el Elegido las asegure cuando él habla. Que las Palabras que se han oído no son suyas, aunque de su boca salgan. ¿Cómo iban a ser suyas, cuando Dios le dijo al principio de esta Enseñanza: “Esto ya lo dirán hombre de ciencia, y no podrán hacerle reforma a nada. Se hará público, aunque el hombre no quiera saber de mi Existencia. Serán Palabras para el teólogo que Amor a la Teología le tenga”?

Tu respuesta sea: “Dios me manda que diga lo que de su Gloria a un espíritu le dice para Enseñanza”. 

Dijo uno:

El hombre siempre responde igual a la Palabra de Dios, no dicha, sino diciendo. Su respuesta es coger la lanza y clavarla donde pueda. Prepara calvario de muchas maneras, todo por oír que Dios hoy está hablando.

Esta Comunicación de Dios al espíritu tiene gran Enseñanza, y el Lugar está preparado para preguntas que le hagan hombres de máximo estudio en Teología y Letras, por la Enseñanza que Aquí recibe.

En lo que hay escrito tiene la barrera puesta para no leer ni comparar nada con lo que su espíritu, en arrobo, se lleva a la materia.

Desperté, oí:

¿Quién con temor haría pública una Enseñanza?

¿Quién sufriría por querer que a todo el mundo llegara?

Dios hace Aparición en un Lugar. Y ya, ese Lugar, publica con las Palabras que dice Dios:

“Que Me ves, dilo, publícalo”.

Debería el hombre no poder vivir tranquilo, el que pudiera poner este letrero más alto y con las letras mayores.

Y darle miedo guardar estas Palabras de Dios.

Si piensas cómo hay que publicarlo, ves que el hombre no cree en Dios.

Creer es buscar, entregarte y no callarte donde sepas que habla Dios.

Si el que dice “Dios me habla el la forma que Dios quiere”, guardara silencio, sería una novela inventada.

Si Dios te habla para enseñar de su Reino, tú ya no puedes guardar silencio.

No pongas nunca silencio a lo que tiene que ser un escándalo contento.

Silencio se debe dar a lo malo que quiere escandalizar el Infierno.

***

Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C7

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