En este Sueño Profético
decían Palabras que eran Sentencias para el que creyera que iban del Mando de
Dios. Decían:
No
puede llegarle el Perdón al que lo pida cuando su cuerpo ya esté muerto, sin
poder perseguir y hacerle daño a la Palabra de Dios o al que Él manda con su
Mando.
Dijo
uno:
El
hombre confunde –al que le interesa confundir– pecado que se hace y antes de que
termine pecado, a Dios llama y pide el Perdón, con pecado que estudias como una
gran carrera. Aquí, para ganar con el pecado, para hacer más daño a Dios y perseguir
sus Pasos con la Libertad que Él te deja, y entregarlo para que su Cuerpo
maten, que esta fue la carrera de Judas.
El
que es de Dios y a su servicio y a su Mando está, no puede decir: “Señor,
perdónalo que no sabe lo que hace”. El que ponga estas palabras para Judas, no
ama a Dios y defiende al asesino que a la vida del Cuerpo de Dios Hijo tantos
martirios Le dio después de haberlo vendido. Dios lo permitió porque ya el
Padre lo había dicho y Dios Hijo también lo dijo en su Ultima Cena.
Desperté, oí:
Este
Mensaje descubre al que quiere pasar por cristiano y está en contra de Dios.
El
daño que están haciendo a estos Mensajes no admite Perdón al que su cuerpo ahí
quede enterrado.
Están agotando caminos
y
ya se notan cansados.
Porque el Poder de Dios
pone
el Sol en lo nublado.
Pedir el Perdón
por el que está en contra de Dios
es
ser tú todavía peor.
No es igual ladrón
el que su mano llega a lo que roba,
como el que va preparado de herramientas
y sabe la hora
que
aquella vivienda está sola.
El primero,
pudo no pensar el robarlo,
si
su mano no llega.
El segundo,
es ladrón ya meditado,
que disculpa no le va
cuando
en el robo lo pillaron.
Cuando pidas el Perdón,
que
sea de Dios el Mando.
Cuando veas que pecó
sin saber si hacía daño.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C8
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