En Sueño Profético decían:
Aquí se ve a Dios por el recibir que este Elegido le
tiene a todo lo que le llega. Aquí se ve a Dios en la Enseñanza que estas
Palabras dejan, y en la acción, para que el que siga estos pasos no tenga duda
de que están bien dados.
Dijo uno:
Para entender esta Enseñanza tiene que haber Amor a
Dios. Pero un Amor tan grande, que supere a todo. Y a Dios tengas siempre
presente para decir: “Señor, dime, qué hago que yo no Te enfade”. Teniendo
este pensar, todo lo que vayas a hacer, al Elegido se lo consultas, y su
consejo es, para todo, un freno. Freno que pones o freno que quitas.
Las alegrías te las intentan quitar, pero tu espíritu
dice: “Señor, Tú me las aumentas no pidiéndome que silencio ponga”.
El que recibe Mando de Aquí, hace lo que Dios quiere.
Si esta Enseñanza la cogieran como los estudios de la
Tierra, habría más sobresalientes que suspensos. Y verían al que te trata con
Amor de Dios o al que te contagia el veneno para de Dios retirarte.
Desperté, oí:
Si tú estás al servicio de Dios, pensamiento que te
llegue es pensamiento de Dios.
Los que están aquí más cerca debe aumentar su
número. Y que no dejen de publicar Libros, cintas y discos, para cundir este
Premio Divino.
Que esto hace falta, porque los espíritus del mal
persiguen, distraen y apartan.
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C4
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