En Sueño Profético se vio el campo y muchos grupos de
personas iban juntos, con ropas de los tiempos de cuando Dios estaba en la
Tierra.
Ya dijo una voz con alegría y con fuerza:
“Poneos bien y dejad camino para que pase
el Maestro, que antes de yo venir Lo he visto y me ha dicho que esperen sus
Discípulos, que tardará muy poco tiempo”.
Fue oír esto y todos se juntaron,
quedando grande sitio vacío, esperando que pasara. Ya se vio un gran resplandor
y el Cuerpo de Dios Hijo, con su Túnica y su Manto, se veía de cintura para
arriba, diciendo estas palabras:
Esta Visión fue hecha cuando Yo vivía con
cuerpo con el hombre, y a mis Discípulos Yo quería destacarlos de los que mis
Pasos no seguían. Pues igual sigue mi Enseñanza para el que cree en estas
Palabras, que mi Padre dice en Mí como Yo las digo a este Elegido: “Tus
palabras que sean las mismas que Yo digo. Cuando nieguen estas Palabras es porque
no creen en el que las manda”.
Ya quedó un silencio y se fue la Imagen de
Dios, que estaba con su Manto, pero de momento se quitó la nube y su Imagen
desapareció. Y dijo un espíritu con el Mando de Dios:
Todo lo que se ha visto era dando
Enseñanza de que la Existencia de Dios es la misma. Que su Presencia no
faltará, de muchas maneras, mientras el Mundo exista.
Toda esta Enseñanza deberían aprenderla
todos los que conocen este Caso.
Desperté, oí:
Tiene que ser sufrir grande el querer que
todos comprendan lo que Dios al Elegido le dice en el Arrobo y cuando despierta
sigue su Mando.
Dicen en la Gloria que el Mensaje con la
Visión que Dios ha hecho es un caso que pasó, pero Dios, con su Poder, hace lo
que pasó igual.
Y ya tienes poder y fuerzas para decir, a
todos los que Esto creen, que lo que dice el Elegido es porque Dios se lo pone
en su espíritu.
Y el espíritu le pone en la boca las
palabras.
Tiene que pensar, el que Esto crea, que
cuando va a haber un bien, lo persiguen los espíritus del mal.
Los que están aquí unidos que sigan con
el poder que tienen, que todos lo están viendo.
A los que más quieres, si pudieran
retirarlos de este Mando de Dios, formarían fiestas los espíritus del mal.
Decían que se veía más que Esto era de
Dios por el bien que el Elegido iba dando en espíritu y cuerpo, y que poco era
pagado hablando con alegrías.
Los que más quieres, que piensen que el
bien que Dios aquí, en la Tierra, les ha dado, no lo hay, ni por mucho dinero
que quieran comprarlo.
***
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C6
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