En Sueño Profético decían:
Acércate a Dios,
y notarás su compaña.
Acércate a Dios,
que Él te entiende sin palabras.
Acércate a Dios,
que Él te espera y te llama.
Lo que no iría es detrás de ti,
porque Libertad quitaba.
Acércate a Dios,
y ya verás tu vida cambiada.
Dijo uno:
La vida lejos de Dios
no hay fuerzas para pasarla.
La vida lejos de Dios
no es vida para mañana.
Desperté, oí:
Si no existiera esta Vida,
Dios del hombre no se ocupaba.
Lo mismo que no se ocupa
de la fiera mansa o brava.
Esto se lo deja al hombre
para que ejerza sus mañas.
A unas les da buen cuido;
a otras, para vivir, mata.
Porque el animal no tiene espíritu,
ni otro mundo.
Dios llama al hombre y perdona
porque esa vida es el paso
para llegar a la Gloria.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C3
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