En Sueño Profético se vio un monte de gran altura y
anchura. Había mucha gente, no muy preparados de ropa para que los viera el que
esperaban, que se oía que era Dios Hombre.
Antes de terminar estas palabras se vio
mucha gente con el Maestro. Así era como lo llamaban sus Discípulos. Para todos
era Dios Hijo, al que Dios Padre le hizo el Cuerpo, que es el que tiene en La
Gloria, como cuando pisaba la Tierra.
Ya se vio su Presencia andando por el
camino que le hacían los que Lo esperaban. Su Túnica tenía movimiento, el
movimiento que su andar y el aire le daban. Éstas fueron las primeras Palabras
que todos oímos –unos con caras contentas y otros con caras de pena–:
”En este monte hubo muchos perdonados, porque el Perdón lo pidieron siguiendo mis Pasos. También hubo quienes nos creyeron que mis Palabras eran dichas por mi Padre en Mí. Este monte recibió de éstos, lágrimas como lluvia que no sirve para nada”.
Quedó silencio y dijo un Discípulo de Dios:
”Estas Palabras que ha dicho Dios, viéndose su Cuerpo y su Túnica, han sido recordando lo que en el monte enseñaba. A sus Discípulos nos mandaba que fuéramos diciendo lo que Dios Hijo en el monte decía, para que la Gloria no la perdiera el que Gloria quisiera.
Desperté, oí:
Se ha visto la Presencia de Dios Hijo y
se ha oído su Voz hablando en el monte a todo el que acudía cuando sabía que el
Maestro hablaba perdonando, y retirando a los que sabía que daño hacían a los
que Lo seguían.
Los pastores y los labradores que vivían
de las cosechas que sembraban eran los que, sus caras, más Amor a Dios Hijo
pedían.
Si tu espíritu es de Dios, pones primero
el Amor, aunque el sufrir te llegue.
Con Amor siempre estarás al servicio de
Dios.
En este Mensaje se ha visto la Presencia
de Dios, para que el Elegido hable su Palabra y enseñe.
En este Mensaje, el Mando se lo ha dado
Dios a uno de sus Discípulos, que con Él está en su Gloria.
Y con cuerpo estaba al Mando de su
Maestro, que era como Dios Hijo quería que Lo nombraran.
Es una gran alegría los prólogos que para
estos Libros se están consiguiendo de Jerarquías de la Iglesia.
Que los Obispos vean pronto en estos
Libros sus nombres puestos.
No se olvida y retira el sueño, el
recordar la Voz de Dios Hijo, en el monte, como cuando en la Tierra estuvo con
Cuerpo.
Los pastores fueron los primeros que el
Nacimiento del Niño Dios vieron, metido en la Cuna, con otro Nombre, que ellos,
en Belén, en alta voz dijeron.
***
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C3
Que alegría y gran paz da cuando se nombra la adoración de los pastores, la Cuna del Niño Dios y todo lo que se refiere al Nacimiento del Señor.
ResponderEliminar