lunes, 17 de enero de 2022

Fuerza con Mando de Dios

En Sueño Profético decían:

La Fuerza que tiene el Elegido se ve que es Fuerza con Mando de Dios. Si en esta Fuerza creyeran, para todo al Elegido buscarían, y verían que este Caso no es de la Tierra. Que por no ser de la Tierra, ha costado tanto trabajo que la Iglesia ponga sus prólogos en estos Libros. Auque, si pensarán, verían que Dios no necesita que digan que sus Palabras son de la Gloria.

Al que más le pertenezca escribir un prólogo, con su nombre y su cargo, para estos Libros, debería decir:

“Señor, el premio de estar mi nombre en estos Libros, yo Te lo he despreciado. Con esto me he quedado al descubierto. Representando yo tu Existencia, me he negado a recoger el premio que Tú me has dado. Cuanto más tiempo pase de la publicación de tantos Libros, más premio me hubiera llevado, al haber estado con ellos para toda la vida”.      

Desperté, oí:

El que representa a Dios, con cargo grande, al negarse a hacer un prólogo para estos Libros, no ha podido ya la mentira taparlo.

Esto es un permitir que Dios deja cuando le dan negación a su Mando.

Pero esto, cuando más se sufre es cuando llega enfermedad y piensas: “¿Cómo yo a Dios Le voy a pedir curación, cuando me negué a decir una Verdad?”.

Estando en el arrobo se veía una luz tan grande que no parecía de noche.

Pero estando escribiendo este Mensaje, la misma luz se veía y decían estas palabras:

“Es el Poder de Dios, para que el Elegido tenga siempre presente, en todo, que el Amor de Dios le puede al mundo de la Tierra”.

“Y el de la Gloria no puede pasar sin su Presencia”.

“Este Caso, tienen que llegar el momento que se cunda por el mundo entero”.

Dijo un espíritu que está con Dios y siguió a este Elegido:

El que no crea estas Palabras, no cree en Dios. Y al no creer, no ama a Dios.

Cuando en la Tierra vivía mi cuerpo, el que estas Palabras no buscaba, para mí era cuerpo muerto y espíritu de Infierno.

Pongo mi nombre con estas palabras: “Si mis hijos no buscan estas Palabras, no creen. Y si no creen, ya no son mis hijos”.

Cuando vayas a la casa de ellos, diles que yo, sin cuerpo, los sigo, porque su pensar es el mío.

***

Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C5

1 comentario:

  1. Que bonita forma de presentarse una madre que está en la Gloria de Dios...
    Los que adoran este Caso con amor y palabras tienen la Gloria ganada.
    Que para Dios es Gloria más alta, por ser Caso que Dios mucho señala.

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