En Sueño Profético decían:
Si el que le sirve
a Dios pensara: “Yo a Dios le estoy sirviendo”, no podría hacer nada que
ofendiera a Dios, ni que diera mala enseñanza para la su Gloria.
Si el que le sirve
a Dios pensara en el que lo va viendo, no haría nada que a Dios ofendiera,
porque su mirada siempre estaría en el Cielo. Por eso, Dios, cuando elige, es
porque antes el Elegido hizo servicio, dando ejemplo de Paz y, en silencio,
miraba muchas veces donde están las nubes, queriendo llegar a un Mundo de
espíritus donde dan las fuerzas y ahuyentan a los malos espíritus, que son los
primeros que van retirando a grandes y chicos, haciéndoles pensar que hagan
pecado, asegurándoles que eso no es malo.
Al que le sirve a
Dios, si en Dios va pensando, no le llega consejo para retirarlo de un Dios que
quiere que el hombre sea bueno y viva esa vida sin hacer lo malo. Que lo malo
es, dejar que el espíritu vaya por caminos que Dios no ha mandado.
Desperté, oí:
¿Por qué el hombre
verá sacrificio el hacer que el espíritu haga lo que manda su Dueño?
Que el Mando es
Caridad, vivir Paz y pensar en apartar del pecado.
Si esto hace el que
Le sirve a Dios con su ejemplo, a éste lo buscará el que no vivió la Paz, la
Caridad no sintió, ni el pecado lo vio pecado, y no buscó al pecador cuando
pudo ser salvado.
Si el que Representa
a Dios le sirviera como Dios le tiene el Mando, qué duda podría haber de que el
Mundo sería un rebaño:
Los hombres todos unidos,
y los pastores
guardando.
¡Es pena que los pastores
no se ocupen del rebaño
y hagan sufrir a Dios,
después de que les
deja el Mando!
***
Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C3
A medida cómo están los pastores, así están las ovejas.
ResponderEliminarLa sociedad se hunde por no tener quién la atienda.