En Sueño Profético
decían:
El
que entiende cómo vivir ahí, sirve para achicar el sufrir. Porque coge el vivir
como objeto emprestado que tienes que devolver tarde o temprano.
La
vida es sencilla vivirla, pero tienes que tratarla como niño caprichoso,
dándole algo que te pida, pero no todo.
Dijo
uno:
La
vida, si la piensas, siempre te hace falta algo, y no te deja reposo mientras
no digas: “Yo sin eso paso. Quiero tener sobra de Paz que es el mejor regalo
que yo mismo me hago. Con la Paz ya llegan mis peticiones y ruegos al Cielo. ¿Para
qué quiero más de lo que tengo? No me falta la comida, y el plato, pocas veces
vacío lo dejo. Tengo de sobra y alimento al hambriento que llega a mi casa, o
yo, a su casa, la comida le llevo. La comida o algún salario, de lo que yo no
gasto, porque sé vivir la vida sin prisa, sin deseos y sin llanto. Siempre
pensé: “Si me hago avaricioso, me hago esclavo”.
Desperté, oí:
Va
el Mensaje a que la vida la sabe vivir mejor el que tiene lo que le hace falta
y ya no desea repetición.
Que
el deseo, muchas veces, te obliga y en líos te mete.
Si
aprendes estos consejos y los practicas, ya verás qué cambio da tu vida.
Pon
el vivir con cuerpo como viaje corto y sin parada.
O
largo en carruaje que aprisa vaya.
Que
antes de colocarte llega la parada.
Pues
todavía llega más aprisa la muerte cuando Dios da la llamada.
Desea lo que necesites, y desprecia lo que no te haga falta.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C7
Que razón tiene este Espíritu que habla!
ResponderEliminarUn buen ejercicio espiritual es repasar el ropero y mirar lo que no nos ponemos de un año acá..
Ese sería un buen barómetro para medir el apego a lo que no necesitamos.