En Sueño Profético decían:
Todo lo que ahora vas buscando y suplicando, luego te verán despreciándolo con Mando de Dios.
Dijo uno:
Dios, antes de hacerse Hombre, llamaba al hombre para darle su Gloria. Se hizo Hombre y buscó al humilde y al pecador que quería ser perdonado; levantó al caído, aunque nunca Lo hubiera llamado por dudar de su Poder; resucitó a cuerpo muerto. Vieron Diluvio, hacer camino en el mar y andar al paralítico.
Al Sermón de la Montaña acudían creyentes e incrédulos. Dios y Maestro, para todos hablaba. Pero esto tuvo su tiempo. Luego, ya apartaba, y hasta de los 12 que sentaba a su mesa, 11 quedaron. Cuando sus Discípulos se iban, esta Palabras oían:
“El que no quiera saber de Mí, que vuestras Palabras no oiga. Seguid el camino que Yo os mando. Ya, con esto, contentáis a mi Padre, que es el que habla en Mí”.
Desperté, oí:
Va el Mensaje, a que Dios Hombre, siendo Dios Hijo, tuvo que apartar al que antes Él llamó y buscó.
Y cuando resucitó su Cuerpo, los que antes Él buscó y no acudieron, están en el Infierno.
Cuando Dios elige, el Elegido va publicando su Mensaje.
Y Dios le da Poder para curar carne, sin medicamento que tome.
Pero a esto le llega su tiempo. Tiempo de que Dios le dé Mando para que desprecie al que antes a Dios despreció.
Cuando busquen después a este Lugar, notarán cambio que el Mando de Dios le dará.
Dios permite hasta que retira el Permitir.
A los que están cerca de Esto y sabiéndolo faltan a oír al que Dios manda con sus Palabras, hoy Dios los tiene despreciados.
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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C2
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