En Sueño Profético decían:
Ya tiene en
qué pensar el que quiere que Esto verdad no sea.
Ya tiene en
qué pensar cuando vea que ni queda en silencio y cada día tiene más fuerza.
Ya tiene en
qué pensar cuando vea los periódicos hablando, tan natural, de Roma, del
Vaticano y de personas que tienen gran nombre por su cargo.
Ya tiene en
qué pensar el día que sienta en su cuerpo que la muerte llega. Ya, entonces,
querrá mirar al Cielo.
Esto, el que no
quiso, y el tibio que le da igual que cundan o que quede oculta esta Grandeza.
Que se pierde el tiempo ya, y quedan al descubierto cristianos de nombre nada
más.
Habla la Razón
del Cielo:
¿Cómo consentir los cristianos que esté Esto tanto tiempo en un sitio abandonado, sin venir del mismo centro del Vaticano; no una vez por mes, una semana sería largo, contando con el adelanto que acorta la distancia y queda como Cielo cuando miras, todo unido y nada lejos?
Desperté, oí:
No pensaban nunca
los hombres que no aman a Dios,
que Esto llegaría al Vaticano
y luego harían
publicación.
Los que aman son muy pocos,
pero el “Ve” de Dios
les da palabras y fuerza.
Y ya llegan al final,
donde tienen que decirles
que pasen,
o que les
cierren las puertas.
Que esto ya da que pensar
al que esta
gran responsabilidad se sienta.
Tú no dejes de mandar
el Mando que a ti te llega.
Porque esto está ya
fuera del lugar que se encuentra,
por ser para
toda la Humanidad.
Que Humanidad no es la lengua,
Humanidad es espíritu que Dios manda
y cuerpo que
luego entierra la tierra.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C1
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