En Sueño Profético decían:
Es alegría de Dios el cundir Esto que baja del Cielo.
Es alegría y sufrir. Alegría porque ves que Esto calla a los talentos. Y sufrir
porque ves al hombre viviendo con el Poder de Dios y dándole a Él desprecio.
Dijo uno:
El que lee estos Mensajes ve a Dios. Lo ve en los
temas, en las palabras y en la fuerza de su abundancia presentando lo que Dios
habla.
Ya se ha dicho varias veces, y se vuelve a repetir, que este Caso hoy es único. Estas Palabras era para que fueran adoradas y que pidieran que fueran dichas en todos los sitios donde hubiera suelo y hombres. Si esto no fura así, estas Palabras no saldrían de la Gloria. Por eso, el que no ama a Dios y puede cundir este Diálogo Divino, no lo cunde, porque sabe que hoy es único. Si aquí encontraran una mentira, saldría en grandes letreros, desmintiendo esta Existencia.
Desperté, oí:
Lo mismo que han hecho daño poniendo aquí un gran
sufrir, si hubieran visto que Esto no era de Dios, altavoces habrían puesto por
las calles diciendo el nombre del Elegido y prohibiendo el nombrar estos
Mensajes.
Decían en la Gloria que el hombre vivía con el Poder
de Dios y despreciando sus Palabras.
Que estos Mensajes son Paz para el cuerpo y Alimento
para el espíritu.
Que creerlos te daba vida y te robaba el sueño.
Le dan la vida al que ama a Dios.
Y al que no Lo ama, si se para y lo piensa, se le
niega el sueño en llegar.
¡Qué palabras tan seguras: “que no hay otro caso igual
que escriba todos los días el Mando que en la Gloria le dan”!
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Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C5
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