En Sueño Profético decían:
El que hoy desprecia tu persona, luego valorará lo que
tus manos tocaron o lo que tuvo tu cuerpo puesto. Pero para Dios quedará en el
lugar del desprecio. El hombre siempre repite aquello que está mal hecho, y en
la ley del hombre se oculta. Pero en la Ley de Dios se queda al descubierto,
por despreciar lo que baja del Cielo, que es la Palabra de Dios dicha en su
Gloria con el nombre de Evangelio, dicho en arrobo en estos momentos.
Dijo uno:
El que conoce este Caso y ve cómo el Elegido va pisando suelo día y noche, y cómo a la noche le hace recibimiento, ya con esto sobran toda clase de documentos. Quien aquí no vea el Poder de Dios, tiene el espíritu ciego. Y ya no verá nada de Dios que esté pasando, no que pasó. El pasado pasó y quedó escrito, y Esto está pasando hoy. Que el que quiera verlo y oírlo lo puede hacer, que esto es lo que Dios quiere. Luego leerán estos Escritos con el nombre de Palabra de Dios.
Desperté, oí:
Tiene que darte sufrir el pensar dónde ir para que
estas Palabras sean pronto con ley, para ponerlas donde haya suelo y hombres.
Pero Dios te irá dando Palabras al espíritu y el Amor
irá actuando.
La alegría de buscar donde esto poder publicar, que no
falte, y la Fuerza de Dios la verás acompañarte.
Que esta Fuerza la pueden ver en las horas de sueño
que tiene el Elegido.
Si este descanso probaran imitarlo sólo un mes, más
creerían.
Porque el sueño y la comida son las muletas de esa
vida.
Si al que le faltan las piernas, sin muletas lo vieran
andando, ya tendrían que decir: “¡Milagro!”.
Pues pon aquí de muletas el descanso.
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C2
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