sábado, 22 de abril de 2023

El uniforme del Amor

En Sueño Profético decían:

El Mando de Dios sea lo primero que hagas, tanto si es para hacerlo tú, como para que lo haga otro que Dios mande y quiera que lo haga.

Dijo uno:

Yo seguí a los Discípulos de Dios Hombre, y no hacían nada con la misma alegría que hacían el Mando de su Maestro.

Piensa, que si así no lo hubiesen hecho, no habrían creído que era Dios, y ya Dios hubiera tenido que coger a otros. Pero estos 11, que yo conocí, las palabras “Maestro, mándame”, no les faltaban de la boca. Aquí no los detenían ni familia ni trabajo. Ellos intentaban que la familia participara en el Mando que Dios les daba. Pero si contradecían al Maestro, se Lo decían. No querían decírselo para que no sufriera. Pero les oías: “Él ya lo sabe, igual que sabe que su Mando es mi vida, y sin su Mando no quiero vida”. Y es que cuando oyes a Dios dándote Mando, el Mando rompe barreras y forma Escándalo.

Desperté, oí:

Si estás al Mando de Dios, no dejes que tu presencia falte cuando sea llamada, bien, sentida o con palabras.

Tu presencia es necesaria, por ser Publicidad Divina el que te vean.

Tu tiempo sea empleado en publicar esta Grandeza que en el Cielo dictan.

Decían en la Gloria, que para el Elegido no hay premio mayor que ver a “lo mas suyo” ocupando un sitio al Mando de Dios.

La palabra es decir: “Yo soy Elegido, trabajando al Mando de Dios”.

Cuidando este sitio, Dios puede dar otro mayor.

Que cuidarlo es huir de lo que no es de Dios.

El que está al Mando de Dios lleva el uniforme del Amor.

Este uniforme: retira y acerca.

Si estudias estas frases, ya sabes cómo te encuentras.

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C2

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