En Sueño Profético decían:
Amando a Dios entiendes su Lenguaje, pero tienes que aprender a enseñarlo al que no lo entienda, por falta de Amor o por no haber oído hablar a quien a Dios ame.
Dijo uno:
Un día me encontré con el Maestro y sus Discípulos y, aunque yo me hubiera parado al verlos, me paró antes el oír al Maestro estas palabras que les daba a unos nuevos que iban con sus Discípulos:
–Ya sé que vosotros entendéis mis Palabras porque habéis puesto Amor delante, pero al que os pregunte de este Amor y vosotros queráis enseñarle os costará trabajo. Son estos, mis Discípulos, y cuando vienen Conmigo a cada palabra que Me oyen Me preguntan para luego ellos enseñarla. Pues aunque mis Palabras son las mismas pueden ir distintas colocadas. No es lo mismo amar para vivir amando, que amar y seguirme para Yo enseñarlos, para que luego ellos sigan mi Enseñanza.
Y siguió diciendo:
–Aunque los hombres son los mismos y mis Palabras no cambian, el que va enseñando tiene que haber aprendido mucho de Mí para enseñar. Unas veces preguntarán amando, y otras será ofendiendo a mi Padre en Mí.
Desperté, oí:
Todos estos Mensajes son palabras Aquí dichas, aunque no se nombre a Dios, pero son dichas por Dios en espíritus que Él tiene sin cuerpo.
Pero cuando oyes: "mi Padre, mi Enseñanza, mis Discípulos, Yo he bajado a la Tierra".
Esto ya, al despertar, sientes desprecio a la materia.
Pues sabiendo que es su Gloria y que todo es Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo, cuando su Nombre pronuncian ves más Gloria y sientes Santos.
¡Qué Enseñanza da el Maestro para el que quiera enseñar!
No es lo mismo amar para vivir amando, que amar y seguirme para Yo enseñarlos para que luego ellos sigan mi Enseñanza.
Aunque los hombres son los mismos y mis Palabras no cambian.
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Para entender la Palabra hay que Amar. Para transmitirla, hay que seguir los pasos de Jesús.
ResponderEliminarPienso que para ser Discípulo de Jesús hay que aprobar la asignatura del Sufrimiento, Obediencia y Amor.
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