En Sueño Profético contaban un hecho de la Vida de Dios Hijo. Decían:
Regresaron un día Juan y Andrés de un cometido que les había mandado el Maestro, y Juan llegó apenado, tan entristecido que rodaban las lágrimas por su cara. Andrés quería darle ánimos y fortaleza de espíritu para que cuando llegara el Maestro no participara del sufrimiento. Corto instante pasó, cuando vieron delante de ellos a su Maestro, el que sabía lo que había ocurrido, pero quería saberlo por boca de ellos.
Dijo:
–Andrés, cuenta el trato que te han dado cuando llevabas mi Mensaje. Empieza, Andrés, que tu sufrir es el mismo, pero tu espíritu se hace más fuerte.
–Entramos en casa del gentil y nos recibió uno de sus criados, y estas palabras dijo: “¡Otra vez estáis con las Palabras de vuestro Maestro…! El será vuestro Maestro, y mi amo es mi amo, a quien sus órdenes cumplo”.
El Mensaje era el siguiente: “Id a oír mis Palabras cuando con caridad tratéis al humilde y deis comida al hambriento. No cumplir las Palabras de mi Padre es ensuciar las mías, que son las mismas de mi Padre, por ser mi Padre el Hijo.
Este gentil tenía fama de que por un mendrugo de pan que él diera, tenían que servirle con agrado; y al Maestro oía, pero no Lo amaba.
Desperté, oí:
Juan amaba tanto a su Maestro, que sufría cuando no ponían en práctica su Mensaje.
El criado tampoco amaba.
Si ama, no está con ese amo, ni insulta a sus Discípulos.
Mandarle Dios el Mensaje era para hacerlos suyos, si Lo obedecían.
Si no obedecían, ellos mismos pedían que los apartara.
Dios se comunica para que Lo amen.
Y ya amando, Él no aparta.
Llora como Juan, ama como Andrés, y ya siempre es vivir con Él.
***
El mismo trato que dieron a Ana.
ResponderEliminarSí, no se cortaron ni un pelo, las iglesias abarrotadas y su calle vacía. Eso en la época que a mí me tocó, que fue la última, en sus primeros años había mucha gente, unos por curiosidad y otros por brillo, como el del Mensaje, pero cuando tienen que obedecer el Mensaje ya cambia la película.
ResponderEliminarAmor y sufrimiento, es lo que sentimos por el camino de Dios, sufrir por el mal trato que el hombre le da a Dios.
ResponderEliminarQue dolor sentían los discípulos cuando llevaban el mando de su Maestro y no lo recibían valorando el premio que llevaban y luego pensar que le darían sufrir al Maestro.
ResponderEliminarComo habla el mensaje de sus discípulos que grande amor sentían por su Maestro y dolor de pensar que le darían sufrir, pero Él lo sabía antes de mandarlos y les dá consuelo, con su inmenso amor.
ResponderEliminarAmar a DIOS es lo que nos lleva por el camino de la Paz, confianza y la alegría, seguro que era la fuerza de los Discípulos, Amar a su Maestro antes que a nada.
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