Dios Espíritu y Dios con Cuerpo

En Sueño Profético decían:

Si hoy se pudiera vestir con el traje de la carne a algunos que vivieron con Dios Hombre, seguro que el hombre, si fuera por solicitud, estaría un año solicitándolo y luego no se pondría de acuerdo, queriendo todos hacer su presentación y llevárselo cada uno a su nación o a su pueblo.

Pues el hombre debería pensar en estos Escritos, que no son de uno que vivió con Dios Hombre, que son del propio Dios, presentando algunas veces al espíritu con materia. La mayoría de las Enseñanzas son con Visión: Mando que da palabras a la inteligencia, y la inteligencia ya forma figura y ve sin presentación lo que los ojos verían si hicieran visión.

Pues de esta forma, esta Gloria te presenta su Existencia antes de hacerse Hombre y cuando vivió de Hombre, haciéndote Ver, Hechos de su caminar, que no los encontrarás en ningún sitio escritos como en la Gloria los cuentan, dándole Mando para contarlos al que vivió su Presencia y la sigue hoy viviendo, para que de Él hable y de todo este Vivir sin materia.

¿No es más Enseñanza esta que Dios Aquí dice y ahí escrita queda?

Dijo uno:

Cuando el hombre vea esto, tiene que tapar su cara, pero juntando los dedos como si fuera muralla, pensando: “¡Cuánto mal he hecho!”.

Desperté, oí:

Piensa, si eres sensato,

reconociendo tus faltas,

si así vieran los cristianos

a uno que vivió con Dios Hombre,

si no liarían escándalo.

Yo creo que lo matarían a empujones,

por oír lo que fuera contando.

Y ¿qué podría saber

comparado con esta Enseñanza?

Que habla del Nacimiento,

de la Vida Pública,

de martirios dados al Cuerpo,

del comportamiento del hombre

hasta que Lo vieron muerto.

De la Resurrección que Él se hizo,

como dice el Evangelio.

Todo lo que Él dijo,

hoy lo dice Aquí, en el Cielo.

Unas veces es Dios Espíritu,

y otras es Dios con Cuerpo.

Cuando el hombre se dé cuenta,

va a tener recuerdos tristes

por haber perdido el tiempo.

Estos Escritos no podría dictarlos

uno que con Él viviera.

Porque es Dios hablándole

a los hombres de la Tierra.

Enseñando de esta Vida,

donde no existe materia.

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Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C1