En
Sueño Profético decían:
No hay
Amor mayor que a Dios mandes, que el decir:
Señor, yo acepto lo que Tú quieras
y hago
lo que me mandes.
No me dejes que piense
lo que
a Ti pueda enfadarte.
Yo quiero seguir tus Pasos
y que me acompañe Paz
para el sufrir achicar,
porque si me falta Paz
no
puedo seguir tus Pasos.
Yo sólo quiero pensar
que mi vida es tuya,
y ya
yo vivo la Paz.
No dejaré de pedirte
y
abrazar lo que me des.
Yo quiero seguir contigo
por toda la Eternidad,
para decir de tu Gloria
lo que
otro no puede contar.
Si su espíritu Tú no lo arrobaste,
su
cuerpo en la Gloria no pudo entrar.
Dijo
uno:
Con estas Palabras,
aceptas y crece el amar,
porque todo lo que pides,
Dios
con creces te lo da.
Desperté,
oí:
Hay diferencia grande
entre pedir a Dios con Amor
a
pedir con exigencia.
El Amor entra en la Gloria.
La
exigencia queda fuera.
El Amor hace diálogo
con la
petición que tengas.
Decían en la Gloria,
que cuando Dios elige,
antes
hubieron pruebas.
Pruebas, sin el Elegido
llegar
a saberlas.
Pero el Elegido,
con más ganas,
sube
la cuesta.
La cuesta de la vida,
en la que a veces
la
ayuda necesitas.
La ayuda del que a Dios ama de verdad.
Porque el que no ama,
a Dios culpa de todo
y de Él
te retira.
Para ser Elegido
tienes que traerte a tu presencia
lo que
el hombre a Dios le hizo.
Dios Padre lo permitió,
y Dios
Hijo lo aceptó.
¡Qué Palabras decían en Gloria,
que
aquí mandan dictar!
“Señor, yo acepto lo que Tú quieras
y
acepto lo que me mandes.
No me dejes que piense
lo que
a Ti pueda enfadarte".
***
Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C5
La Oración perfecta sólo puede ser dictada por Dios.
ResponderEliminarSi queremos hacer Oración y que llegue a Dios hay que recolectar la Oración que manda Dios.