jueves, 1 de septiembre de 2022

Puchero que hirvió

En Sueño Profético decían:

Ya está llegando el tiempo de que todos vean, empezando por la Iglesia, que Esto no es de la Tierra, que Esto es el Poder de Dios actuando de muchas maneras.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Se van a decir las Palabras que faltan, referentes al Poder de Dios. Las Palabras son éstas:

“No mandar castigo, con su Poder, al que está poniendo barreras a estas Palabras que del Cielo bajan”.

¡Cómo no pensar que la muerte, sin aviso, puede llegar!

¿Qué disculpa van a dar cuando Dios les diga el mal comportamiento que tuvieron con la Verdad dicha por Dios en su Reino, si sus Representantes son los primeros que dan desprecio a las Palabras que hoy dice el mismo Dios?

Leer el Evangelio dicho por Dios y no creer en estas Palabras, hoy diciendo, es no creer que Dios esté Vivo.

Si crees en su Poder, recuerdas cuando el hombre Lo mató, clavándolo en la Cruz de Pies y Manos. Y su Padre hizo que su Cuerpo lo vieran Vivo con el nombre de Resucitado.

Dicen en la Gloria que pongan estas comparaciones cuando lean los Libros:

Los Evangelios son: “Puchero que hirvió”. Y las Palabras de estos Libros: “Puchero que hoy está hirviendo”.

Si piensas en esto que se ha nombrado, ¿a cuál debes acudir? Pues al que hirviendo está. Y ya, del que hirvió, habla más. 

Todo lo que Dios dejó dicho en la Tierra era: amar, perdonar, levantar al caído y no dejar que llegara la muerte por hambre.

Desperté, oí:

Todo el arrobo era hablando de cuando Dios vivió de Hombre, de cómo Lo buscaban porque creían que era Dios.

El que Lo amaba y buscaba, sentía un Poder que muchos no notaban.

Tienen que pensar sus Ministros y los que viven de la Teología y de grandes carreras, que Esto es Dios hablando y mandando que se publiquen muchos Libros.

El que vea la cantidad de Libros que aquí hay, tiene que decir: “Señor, amén. Perdóname por la lentitud de mi actuación, teniendo yo gran sitio en la Iglesia”.

Ya termina el arrobo con estas palabras:

Los que más cerca están del Elegido, son perseguidos, sin darse cuenta, por los espíritus diabólicos.

Pero el Poder de Dios los retira en los momentos que quiere dar alegrías.

El Elegido pide a Dios fuerzas, diciéndole: “Señor, dame fuerzas, que las necesito para ir cundiendo que Dios está Vivo, con Cuerpo, y no Le va la palabra “muerto”.

***

Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C2

1 comentario:

  1. Es del todo necesario seguir publicando por el mundo entero los Mensajes, lo primero por Dios y por la salvación de los hombres.

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