En
Sueño Profético hablaban en la Gloria, de la Gloria.
Repetían
mucho estas palabras: “Ya ha llegado el momento de que al que Dios trae a esta
Gloria, estando aún con materia, lo nombren, lo llamen y lo respeten. Lo
respeten por la vida que hace, que no tendría porque hacerla si no actuara Dios
en ella. Pero le da fuerzas el pensar que Dios quiere que así sea, porque no la
deja cuando su cuerpo está dormido, y le manda y le enseña”.
Dijo
uno:
En el
sueño es donde más se ve que actúa Dios, porque el sueño es el descanso del
espíritu y del cuerpo. Y si no hay este descanso, ya es empezar con cosas que
no son naturales, pero que Dios manda que las vivan.
Tan
sólo con pensar esto, ves la verdad y te hace que no llegue la mentira.
Desperté,
oí:
Sin
descanso no puede el cuerpo seguir estos pasos.
Y si
los ves, ya pon el amén.
Su
presencia hace pensar que Dios la lleva.
La
lleva y Mando le da. Y de no ser Dios, no podría caminar.
¡Hombres
de poco poder y de no mandar en su vida!
¡Hombres
que desafían a Dios con su saber y cultura!
¡Hombres
que Dios les deja que vivan al lado del Lugar que va cambiando la vida!
Porque
Dios le da Palabras que dicen que es Dios el que habla en ella.
El que
quiera que la siga, y verá cosas con Fuerza, una Fuerza que retira la mentira.
La
caridad hecha con Amor y sin juzgar, es la que para Dios vale más.
Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C3
No hay comentarios:
Publicar un comentario