En Sueño Profético decían:
Tu pensar que no deje de hacerse, que es pensar que Dios te pone con alegría y con fuerza, porque no es pensar de la Tierra. Este pensar es para que todo el tiempo que tengas lo dediques a preparar las Libretas, para que puedan seguir haciendo Libros. Aquí Dios le da Mando al espíritu, y ya el cuerpo sigue al espíritu.
Decían, que Esto ya está preparado para Escandalizar con las Palabras que hay escritas en los Libros que se han publicado y se van a publicar.
¡Señor, tengo alegría! ¡Señor, Te pido que pronto haya más Libros publicados!
Desperté, oí:
Tu pedir, piensa que ya lo tienes concedido, porque Esto es una Verdad tan grande que si a Dios se lo pides, Dios te lo concede.
Terminaron estas palabras y la presencia de “la carne que Dios me unió” estaba en su despacho, como cuando vivía su cuerpo y copiaba los Mensajes, Ya dijo: “¡Ana, cuídate!, ¡cuídate! Que tu cuerpo lo necesita tu espíritu para la Obra que haces en el Prójimo”.
No quiero dejar de salir para contentar a los que me ven y me quieren, y se alegran de que más Libros se vean publicados.
Esto es Poder de Dios, como todo lo que está ya publicado.
Llegó el sueño diciendo: “Señor, yo no me enfado por lo poco que duermo. ¡Pues si no me pongo mala, sigo contenta!”
***
He tenido el privilegio de conocer a Ana y lo que más me impresiona del Mensaje es saber que Dios le mandaba a su marido para fortalecerla en su duro caminar en la publicación de la Palabra de Dios.
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