En Sueño Profético decían:
Debería el hombre hacerse preguntas y él mismo darse
repuestas, y en este examen que hiciera, ya sus notas dirían si estaba cerca de
Dios, o lejos porque Amor no sintiera.
Dijo uno:
Sin amar a Dios no te tengas por vivo. Porque si vives
sin este Amor, ¿a quién le vas a pedir cuando te veas morir y tu espíritu no
tenga salvación? Porque en los últimos momentos que tiene el cuerpo con vida,
te viene el pensar: “Yo viví lejos de Dios. Al Prójimo no lo conocí porque no
lo visité. Al enfermo no acudí. Y al que pude darle algo para comer, no me
ocupe de llevarle comida. Y tampoco acudí a donde Dios estaba hablando, que
esto es dar desprecio con peligro grande”.
Si este pensar no te falta, ya vives vida de Cielo en
todo lo que haces. Pero si este pensar no lo pones como examen, sigues sin
arrepentimiento, que ésta es la peor nota de estos Divinos Exámenes.
Desperté, oí:
Decían en la Gloria que esto era carrera de espíritu.
Que tú mismo te aprobabas con las notas de hacer lo que Dios manda, pero con
Amor.
Luego están las notas del pecado, del desprecio a Dios
y de cambiar sus Mandamientos.
Que estas notas son para Satanás, que son las que
exige el adelanto.
A quien le falte el Amor de Dios, siempre estará
triste y a nada le verá solución.
Los hechos en el Prójimo y la alegría en tu cara, no
dudes que vienen de Dios.
Coge los Libros de Dios y estúdialos practicándolos en
el Prójimo.
Y ya las notas subirán a la Gloria.
Estas notas te dan premio en la Tierra, y en el Cielo
Dios te manda Mensajes, que son los que estás escribiendo.
Por mucho que sepan las universidades, no saben de
esta Gloria como el que Dios Aquí trae.
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Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C4