En Sueño Profético hablaban de la Fe. Nombraban la Fe como refugio
de las dos vidas: la Eterna y la temporal. Decían:
La Fe es imprescindible para la
Vida del espíritu y la vida del cuerpo. La Fe te quita del pecado. La Fe te
lleva la alegría a esa vida de paso.
Sin Fe, ya no eres hombre. Sin Fe,
no esperas milagro. Que el milagro, muchas veces, te lo está haciendo la Fe,
aceptando y alabando al Rey de Reyes.
Sin Fe, no das, ni pides a Dios.
Y ya, no vives las Palabras de Dios, que tanta Fuerza tienen: “Pedid y recibiréis”. Sin Fe, no pides.
Hay quien dice “yo tengo Fe”, y
todo lo ve negativo, con razones que te pone. Esto no es la Fe.
Desperté, oí:
La Fe es algo con Fuerza,
que te hace quitar y poner.
Este sentir, muchas veces,
tiene que quedar contigo,
porque dices el sentir
y no eres comprendido.
Llega más lejos
aquel que no despreció la Fe
y con la Fe se quedó.
La Fe es sueño del niño,
que con la Gloria enlaza
el tiempo que está dormido.
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C4
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