En Sueño Profético decían:
La alegría del Amor de Dios, cada día se
hace mayor, porque el creer y el amar, cada día la agrandan más.
Dijo un Discípulo de Dios Hijo.
“Nosotros, cuando nos juntábamos en la
Mesa, era cuando del Maestro hablábamos, pero con una razón que todos sentíamos
el mismo Amor”.
Ya sigue Santiago:
“Yo, lo que sí digo es, que ya que este
Caso es conocido por Iglesia y seglares, todos los pasos sean dados para
aumentar este Escándalo”.
Desperté, oí:
Cuando las Palabras son de Dios, el que
las oye, algo siente.
Al Elegido le llega una Fuerza, que no
puede dejar de publicar pronto todo este Caso.
Aquí en la Gloria dicen, que cuando hay
gran Amor, todo se retira, porque ven que es Mando de Dios.
A nosotros, cuando alguno nos iba a hacer
preguntas que al Maestro molestaran, la prisa nos empujaba y las palabras
quedaban sin contestar.
En este Mensaje mucho se hablaba de Dios
Hijo, Maestro para sus Discípulos, que era como Él quería que lo nombráramos.
Santiago,
un Discípulo del Maestro.
***
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C3
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