miércoles, 12 de agosto de 2015

De la Gloria sale la Enseñanza

En Sueño Profético decían en la Gloria:

De la Gloria sale la Paz. De la Gloria sale la Enseñanza para todo lo que tiene entrada en la Gloria y para todo lo que tiene salida cuando Dios da el Mando a un espíritu para que comunique de su Gloria con Visión o con Palabras.

Dijo uno:

Siendo de Aquí de donde sale el espíritu con vida y a donde tiene que venir, porque la vida del espíritu no muere, no hace el hombre por saber ni por aprender de Aquí, de lo que la vida le mantiene. Tiene el hombre tan olvidado este aprender que, además de que no aprende, lo prohibe y lo niega, y ellos quedan ciegos en la Enseñanza del espíritu para ganar la Gloria. Llaman sacrificio a todo lo que te da la Vida Eterna, que te la da a cambio de que ames al que por Él existe la Gloria. Tienes que decir, muchas veces al día: “Señor, gracias por pagarme como me pagas mis miserias”.

El hombre debería cambiar el sacrificio de vivir para que le dure la carne. Que si tiene alguna dolencia o fallo de su organismo ya es esclavo de algún médico que su carne trate y ¿a cuántos, después de estar sacrificados, el final es operarles? Y por último la defunción. Pues en las cosas del espíritu no existe ser esclavo, no existe el sacrificio, es vivir vida de Paz haciendo lo que Él nos dijo, que es el no pecar. Que el pecar es lo que hace el vivir la vida de sacrificio al mundo de Satanás.

¡Cuánto ganaría el hombre si aprendiera a despreciar aquello que de Dios no viene!

Desperté, oí:

Son razones poderosas las que este Cielo ahí manda.

Son Enseñanzas que en la Gloria no dejan de mandarlas al hombre.

Todo es querer esta Gloria, que no se pierdan los hombres por falta de esta Enseñanza.

Son dos vidas las que se viven: espíritu y materia. Con la grande diferencia de que el espíritu aquí se viene y ahí entierran su materia, del mismo modo que deja los trajes y los brillantes que tuviera.

Da preferencia al espíritu, por Dios, por la Gloria y para que tu materia deje ahí la Enseñanza que mandan en esta Gloria.

¡Qué lástima que los hombres vivan ahí, en ese Mundo, sin saber cómo es la Gloria!


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VII

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