En Sueño Profético decían:
El sufrimiento si no haces por frenarlo se agranda, se alarga y más sufrimiento es. El sufrimiento tiene sus valores según como lo lleves y tiene su enseñanza.
Dijo uno:
El sufrimiento si no lo alimentas no crece y se queda enano. El alimento del sufrimiento es saber que tú Fe no vives. La Fe te ayuda en el sufrir y te quita equivocaciones, como bálsamo en herida. Hay quien cree que compone con golpes lo que aún no está roto y entonces es cuando el cacharro rompe.
Al sufrimiento del espíritu es al que más falta le hace la enseñanza. El sufrimiento de la carne todos lo llevan al mismo ritmo para querer curar la carne. Pero el sufrimiento del espíritu son muy pocos los que saben achicarlo y dejarlo en el desprecio buscando la medicina para que este espíritu vaya desprendiendo enfermedad, invisible para el hombre.
Si esta enfermedad se aprendiera a curarla se ahuyentaban a los espíritus que están encargados de estas enfermedades, que no tienen dolencia para la carne pero sí para el espíritu.
Desperté, oí:
¡Cuánto sufrir pasa el que da el sufrir sin saber, a veces, por qué sufrir le llega!
Es la falta de saber cómo remediar el sufrir antes de que el sufrir se agrande.
Busca la Fe que es la curación para la enfermedad del alma.
Y ya con tu Fe en Dios llano será la montaña.
Porque la Fe tú tienes que buscarla.
Ofrécete a Dios para enseñar a que al hombre Fe le nazca.
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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII
El sufrimiento del cuerpo con Fe es enseñanza. El sufrimiento del espíritu con Fe es curación y ejemplo para quien la padezca.
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