En Sueño Profético hablaban con palabras que no podían igualarlas las respuestas. Eran palabras de la Gloria. Era Dios mandando Enseñanza con Libertad. Era hablar del crimen. Era decir palabras para que el hombre viera que Aquí, en la Gloria, no pasa la Crucifixión. Aquí se oyen los latigazos que todavía da el hombre a Jesús. Aquí se ve a los fariseos. Aquí se oye la venta que el hombre quiere hacer con Jesús.
Dijo uno, que Dios con Poder le manda:
El que hace el crimen antes no fue bueno. El que mató la Carne de Dios no puede tener arrepentimiento porque antes lo tenía pensado con su ira, con su soberbia, con su mal comportamiento, con no querer Aceptarlo como Dios que bajó del Cielo, como Dios Omnipotente. El que piensa en no Quererlo ya, en este pensar, el crimen lo está haciendo. El que no cumplió ni cumple lo que Él dijo, dejó dicho y está diciendo (pues la única variación que hay de todo el mal que Le hicieron es que hoy no tiene el hombre su Cuerpo) prepara la Cruz y desearía Cogerlo.
Desperté, oí:
Es crimen, sin hacer crimen, intentar hacerlo.
Si éste muere en el tiempo que el crimen lo pensó muere ya con el crimen hecho.
Antes de matar a Dios y de que vieran muerto su Cuerpo, Lo tenían enterrado con la ira de los hechos.
El que ama, piensa y sigue su Camino y sus Palabras.
Y cada vez que piensa el martirio que Le dieron ve con horror el pecado, por Mandarle sufrimientos.
Resurrección hubo una y con Carne está en el Cielo.
El calvario no se acaba porque mandan sufrimientos.
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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII
El pecado es martirio para Dios. El pecado no sólo está en la acción sino en el pensamiento.
ResponderEliminarAy! Las intenciones!
ResponderEliminarCuantos no habrá en lo profundo por las malas intenciones!
Y los que prescinden de Dios y no quieren conocerlo también van cuesta abajo y sin freno