En Sueño Profético decían:
No hay alegría mayor para el espíritu que sentir, en todos los momentos del día, el Amor de Dios. Que este Amor es el mejor alimento para el cuerpo, y ya, con este alimento, tu vida tiene grande diferencia de la que no tiene este alimento.
Este Amor es para que tú retires todo lo que no te caiga bien. Pero el retirar tiene que ser con los dos de acuerdo: el que no aceptó tus palabras, y tu Poder de Dios no dejarlo callado, diciendo: “Yo sé que siempre sentirás esta Grandeza dicha por Dios en la Gloria y que con Mando de Dios queda todo dictado y escrito y en Libros publicado”.
Dijo un espíritu de la Gloria:
Si pensaran de donde vienen estas Palabras, ninguno podía decir no al sí del Elegido, ni sí al no. Pero el Permitir de Dios no falta en muchos momentos y el Poder con Mando dicho para que se publique, ya nadie puede no aceptar Esto, que es metido en el Arrobo al espíritu del que Dios manda que quede como creyendo. Y ya es un descanso para el Elegido.
Estas palabras dan alegría cuando ves que con alegría las abrazan. Que esto lo ves cuando le dices, a los que tienen su cuerpo con gravedad, las palabras que Dios quiere que le digas. Pues estas palabras son para que piensen que yo no tengo nada porque mi espíritu es el mayor medicamento que Dios manda de la Farmacia de la Gloria.
Esto es sencillo comprenderlo si estás unido al Elegido, y en todo con él cuentas. Y ya tu interior sirve para dar Enseñanza.
Desperté, oí:
Todo el Mensaje era hablando del mal que hacen los espíritus malos. Que este mal le llega al que al Elegido cree y ama a Dios.
Pero si le ponen en su pensar que Esto no es de Dios, ya le pueden y este poder reciben.
Decían, con una fuerza de Dios:
Pon ya las alegrías en la carne que Dios te unió. Empieza mirando en su despacho y verás como está como cuando tenía cuerpo y copiaba los Mensajes.
Ya, su mirada era con una Paz que le salían estas palabras:
- Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo le hace falta a tu espíritu para la Obra que estás haciendo, publicando tus palabras donde te paren y te pregunten.
Los que están aquí unidos no hace falta decir el servicio que están haciendo a este Elegido. Si así siguen, serán los primeros que tenga para su mando.
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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V
Sentir el Amor de Dios es medicina para espíritu y cuerpo,y escudo para el mal.
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