lunes, 31 de agosto de 2015

Petición al Maestro

En Sueño Profético vi el campo y uno dijo:

En esta bajada, de este cerro, dio el Maestro una Enseñanza. Una mujer salió a su encuentro para decirle que si lo que ella pedía no era de su Enseñanza ella retiraba la petición que al Padre le pedía, por no ir en su busca para hablar de aquel horroroso pecado y de la petición que hacía, que también era de horror el pensarla.

Esta mujer tenía tres hijos y uno de ellos tenía medio cuerpo paralizado. El marido vivía con una mujer que era más mala de instintos que de ramera. Su petición a Dios Padre era ésta:

     - Padre de todos los hombres, oye a mis hijos en mis palabras, que esta mujer piense el destrozo que ha hecho en mi casa. Que se sienta víbora y acudan a su pensamiento y a su vista culebras y víboras odiando al padre de mis hijos, que son inocentes al sufrimiento.

Todos oímos a esta mujer y todos oímos al Maestro cuando dijo:

     - Mujer, tu petición está bien pedida porque antes que para ti, pides para tus hijos. Y Yo, en el Nombre de mi Padre, que habita en Mí, te digo que ya está viendo víboras y serpientes y le nombrarán, en esta vida y en la Eterna, como hija del Diablo y perseguidora de lo que Yo, en el Nombre de mi Padre, enseño. Que persigue a uno cuando dos quieren ser uno.

Desperté, oí:

Esta mujer busca al Maestro por si pecaba en la petición que al Padre hacía.

Y Él le concede el Milagro de que no se le quitara de la vista, a aquella mujer, víboras y culebras andando, en pago a lo que hacía.

Cuando el marido vuelve a su casa ella la petición olvida.

El Maestro allí enseñó al que pedir no sabía.

Ella pedía en Amor y al pecado maldecía.

Ya no pensaba en su daño, del sufrir que ella tenía.

Pensaba en otras casas que el mismo sufrir tenía.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

domingo, 30 de agosto de 2015

La Fe te ayuda en el sufrir

En Sueño Profético decían:

El sufrimiento si no haces por frenarlo se agranda, se alarga y más sufrimiento es. El sufrimiento tiene sus valores según como lo lleves y tiene su enseñanza.

Dijo uno:

El sufrimiento si no lo alimentas no crece y se queda enano. El alimento del sufrimiento es saber que tú Fe no vives. La Fe te ayuda en el sufrir y te quita equivocaciones, como bálsamo en herida. Hay quien cree que compone con golpes lo que aún no está roto y entonces es cuando el cacharro rompe.

Al sufrimiento del espíritu es al que más falta le hace la enseñanza. El sufrimiento de la carne todos lo llevan al mismo ritmo para querer curar la carne. Pero el sufrimiento del espíritu son muy pocos los que saben achicarlo y dejarlo en el desprecio buscando la medicina para que este espíritu vaya desprendiendo enfermedad, invisible para el hombre.

Si esta enfermedad se aprendiera a curarla se ahuyentaban a los espíritus que están encargados de estas enfermedades, que no tienen dolencia para la carne pero sí para el espíritu.

Desperté, oí:

¡Cuánto sufrir pasa el que da el sufrir sin saber, a veces, por qué sufrir le llega!

Es la falta de saber cómo remediar el sufrir antes de que el sufrir se agrande.

Busca la Fe que es la curación para la enfermedad del alma.

Y ya con tu Fe en Dios llano será la montaña.

Porque la Fe tú tienes que buscarla.

Ofrécete a Dios para enseñar a que al hombre Fe le nazca.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

sábado, 29 de agosto de 2015

Escritos con fuerza

En Sueño Profético hablaban de los grados del Elegido. Decían:

La Enseñanza que ella ya tiene, supera todos los libros que el hombre tenga hechos de vidas de Elegidos. Esta Enseñanza es abundante, es con fuerza, es con Amor y es dura. Esta Enseñanza está avalada por la Gloria.  Esta Literatura la avalan los Comunicantes que Dios manda que dicten. Escritos con esta fuerza no pueden ser místicos, como otros que tiene la Historia. Estos Escritos callan las palabras del hombre. Estos Escritos inutilizan el “no quiero” del hombre. La Publicación, Dios la quiso, la quiere y por siglos la querrá, cuando Él se comunique al hombre; y el hombre siempre intentará negar la Existencia de Dios en contacto con el hombre.

Dijo uno:

Si la Sabiduría que Dios le da, fuera de la Tierra, la buscarían los hombres de gran talento, y ella los trataría con desprecio, considerándose superior en literatura y temas, y ya el hombre la agasajaría, correspondiendo el desprecio propio del saber de Tierra.

Aquí, este Elegido, tiene una Sabiduría tan aplastante al “no” del hombre que su Sabiduría desprecia, no llama y no busca, que Dios sigue con su Saber, ya sin ocuparse del hombre.

Los Libros darán respuestas justas para los hombres de ciencia, ciencia con letra bien chica, por despreciar la riqueza que Dios manda sin que paguen estos hombres de las ciencias.

Tan sólo al oír dar una explicación de Vida que no hay materia, deberían pedir a Dios: ¡Dios mío!, ¿quieres Tú que yo la oiga, o no merezco el oír lo que de tu Gloria venga?

Esto, cuando el hombre lo lea, no podrá formar juicio en contra del que Aquí venga.

Estas cargas de Palabras, ¿cómo viven sin quererlas?, ¿cómo viven no adorando?, que es maldición, no reverencia.

Son veinte años pasados, amarrando el mandar, donde no sirven cadenas ni cerrojos que cerraran esta gran Inteligencia que Dios llena con su Mando.

Desperté, oí:

Publicación la cambiamos
por esta santa palabra:

¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Gloria al Rey de los Cielos,
que nos manda sus Palabras!

Que nadie diga “no es mío”,
que es decir que él no ama.

Que comparen abundancia
y contenido delante.

Que de no ser de esta Gloria,
no admitiría a un visitante.

A un visitante, por ver
si quería publicarle.

Ya lo hubiera publicado,
despreciando al ignorante.

Pero ya Dios lo paró,
dejando inutilizado
el “no quiero”, al ignorante.

La ignorancia no es de niños,
ni tampoco es de inocencia.

Es decir “yo amo a Dios
y no creo al que a Él vea”.

Repasa estos Mensajes
y olvídate de tus ciencias.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - C6

viernes, 28 de agosto de 2015

Amor de locura

En Sueño Profético hablaba Teresa de Ávila, contaba la locura de este Amor y la incomprensión del hombre:

Un día, cuando ya estaba fuera del convento haciendo mi vida de gran actividad, vinieron unas a decirme:

Teresa, ¿tú crees
que si no estás en el convento,
a Dios puedes amar más?
Porque dentro del convento
tienes más medios de orar,
porque la vida del claustro
te aparta de lo demás.
Piensa un poco fríamente
y después eliges ya.

Yo contesté, y no era yo
la palabra “contestá”:

¡Si yo no puedo elegir!
¡Que a mí me han elegido ya!
Y me ha entrado esta locura,
locura para gritar,
para ver si esta locura
yo pudiera contagiar,
y decir: “no hay nadie cuerdo,
que yo he contagiado mi mal”.

¡Este mal, el que lo padezca,
no quiere jamás curar!

Yo siempre amé con locura,
y a Dios no puedo engañar.
Nunca le pedí salud,
para esta locura quitar.

Desperté, oí:

El hombre le llama estar loco
al que Dios lo trae Aquí.

Pues sí, que es Amor de locura,
Amor de Amor sin cansar,
Amor que nunca te cansa,
Amor que quieres amar.

Más quisiera yo amarlo
y luego poder gritar.

Que me digan que estoy loca,
pero yo Lo amo más.

Esta locura te honra,
cuando sea por amar
a este Dios que Aquí en la Gloria
espera “pa” perdonar
a aquel que no estuvo loco,
porque nunca supo amar.

¡Ay locura que me honra!
¡Ay locura de mi Dios!
¡Ay locura que no sirve,
si no es locura de Dios!

Esta locura se aprende
si estás loca por tu Dios.

¡Que haya muchas Teresas
que mueran locas de Amor!

TERESA DE ÁVILA

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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

miércoles, 26 de agosto de 2015

Cordero de Dios

En Sueño Profético decían:

Dios, lo que elige, siempre es para que sirva de ejemplo. Hasta en los mismos animales elige a unos y a otros no nombra. Te pone al palomo con nombre de Espíritu Santo.

Ya, Él actúa, y en la Visión, a veces te sientes dentro de tu pecho algo de tal Fuerza, que negar no puedes aquel Mando fuerte, y tú no te cansas de hacer lo que Él quiere.

Pone a los corderos para que el hombre los mire y piense que tienen su pastor que los guarda. Y el hombre, a Él Lo tiene cuando vive la humildad que estos corderos tienen.

En estas Palabras se vio el campo y quedó silencio. Había muchos corderos, que vistos en altura parecían la piel de sólo uno, por la unión que tenían estos corderos.

Se oyó balar, y el que explicaba con el Mando de Dios, dijo:

“Se oye el balar para que cuenten que están vivos”.

Desperté, oí:

Él se nombra, dándose al hombre para purificarlo, con estas Palabras:

“Cordero de Dios”.

El que Lo quiere,
se limpia de pecado
y Él lo perdona.

El que mire a los corderos,
tiene que mirar al Cielo.

Si eres humilde por fuera
y la humildad es por dentro,
pídele a tu Pastor,
que antes de oír balada,
ya Él te está respondiendo.

Lo que quiere es que no olvides
que Él siempre espera contento.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C2

martes, 25 de agosto de 2015

El que Confianza tiene

En Sueño Profético hablaban de la Confianza en Dios. Decían:

La Confianza en Dios es fruto de creer en Dios y de amarlo.

La Confianza en Dios ve hecho lo que el hombre no podría terminarlo.

La Confianza en Dios no puede faltar al que quiera estar siempre a su lado.

Dijo uno:

La falta de Confianza hace al hombre fracasado, y ya cambia hasta su vida y de Dios pierde el contacto. Que este contacto te llena y vas siempre apoyado en columna de tal fuerza, que nunca llega el fracaso, como al que no ama le llega.

De la Confianza en Dios te llegan muchas ganancias, que las convierten en pérdidas los que Confianza les falta.

La falta de Confianza te aparta del camino de la Verdad, y ya no sigues camino que alegría da al final.

El que tiene Confianza en la Palabra de Dios, dio el uno con alegría porque tuvo Confianza, y el cien Dios le mandó.

Desperté, oí:

¿Qué triste y qué trabajoso
tiene que vivir aquel
que no tenga Confianza en aquello
que en el momento no ve.

La fuerza la manda Dios
cuando ve que en Él confías.

Y siempre llamas a Él porque sabes
que en el llamar da la Vida.
  
Esto es lumbre que se apaga
y le echas leña encima
y nunca faltan las llamas.

El que le falta Confianza
ve la fuente y no ve agua.

El que Confianza tiene,
no hace falta ver el agua
ni tampoco ver la fuente.

Ya lleva dentro una Fe
que le nace de vivir
aquello que nadie ve.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C6

lunes, 24 de agosto de 2015

Dios es Vivo en la Gloria

En Sueño Profético decían:

Culpa el hombre a Dios del sufrir que en la Tierra pasa, y no da gracias al Cielo porque castigo no manda, en huracán, agua o fuego.

El hombre dice “¡Dios mío!” cuando el agua le llega al cuello. Y dice “Dios no me oye”, y no piensa las veces que Dios lo llama en mil maneras y el hombre a Dios no responde.

Dios tiene a los Elegidos para que hablen de su Gloria. Y siempre está recordando que Dios es Vivo en la Gloria.

Dios perdona y se presenta en el sitio que quieren quedarse libres de las garras del pecado; es amigo del humilde que el hombre tiene apartado como algo que no sirve.

Pues a éste busca Dios y, sin cátedras ni títulos, Él lo hace profesor para enseñar y guiar a los espíritus, para apartarles torturas que encarcelan al espíritu.

Desperté, oí:

Da pena –por no decir otras palabras–
cómo el hombre trata a Dios
y el responder de Dios al hombre.

Si Dios no mandara
Amor y Perdón al hombre,
a las fieras harían buenas.

Porque sabiendo que existe
el Creador de la Tierra,
no cumplen los Mandamientos,
como tampoco las fieras.

Con la gran diferencia
que a la fiera es el monte
lo que esa vida le deja.

Y el hombre tiene riquezas
que puede administrar
y decir: “soy dueño de ellas”.

Cuando ya entierren su cuerpo,
tiene Gloria el que la quiera.

¡Son pocos los que Aquí vienen,
para los que Dios quisiera!      


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C3

sábado, 22 de agosto de 2015

La disculpa emperora lo mal hecho

En Sueño Profético decían:

Hay cosas que se hacen tan mal hechas, que la disculpa las empeora. Esta frase fue dicha por el Maestro delante de un grupo de hombres. Yo, uno de sus Discípulos, cuento el hecho:

Estando un día el Maestro parado en la esquina de la plaza del pueblo donde iba a predicar, se acercaron dos hombres y le dijeron:

   –Maestro, teníamos ganas de oírte un día, pero teníamos el trigo en la era, y hasta no guardarlo, no queríamos perder tiempo por si descargaba una nube y se perdía la gran cosecha que hemos tenido, pues ha sido mayor que ningún año.

Aquí dijo el Maestro la frase:

   –Hay cosas que se hacen tan mal hechas, que la disculpa las empeora.
Y siguió diciendo:

   –Si no das disculpa, Yo sólo sé que no amas a mi Padre y que desprecias mis Palabras. Pero tu falsa disculpa ha hecho que todos se enteren de tu avaricia a la Tierra y del desprecio a lo que yo ofrezco, que es mi Reino. Vete y cuida el trigo, porque ya no verás entrar más trigo en el granero. Una vez que saques los costales, verás el granero hundiéndose, y el grande terreno del que los dos sois dueños, nunca dejará la tierra tallo salir.

Desperté, oí:


Hubo quien quedó parado
al oír hablar así al Maestro.

Luego, entre aquellos hombres,
había gente
que conocía a estos dueños.

Quitaban las voluntades
cuando oían decir: “mañana
voy a conocer al Maestro”.

Más de una vez,
al pasar por sus terrenos el Maestro,
cerraban aprisa las puertas
por no querer conocerlo.

Todo esto lo sufría
el que le dio la cosecha
y el que ofrecía lo Eterno.

Ellos, al final,
querían seguirlo,
pero sin Amor por dentro.

Primero ponían cosecha,
y después, a Dios Maestro.

Dios tuvo que destapar,
porque así se corta el fuego.

Los dos quedaron con nombre
de falsos y fariseos.

El que ya iba con ellos,
iba en contra del Maestro.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Preámbulo

viernes, 21 de agosto de 2015

Saber para enseñar

En Sueño Profético decían:

No es lo mismo saber para ti que saber para enseñar. Si mal fue lo que aprendiste, si no lo enseñas, no haces mal. Pero si eres profesor y tu enseñanza la das mal, aunque no quieras, el alumno aprende aquello que tú mal enseñas. Por eso el que Aquí trae Dios para que dé Enseñanza no puede ser como otro que ame mucho y merezca la Gloria y Dios le dé alguna Sabiduría Divina. Éste sabe lo de él, aunque su enseñar no perjudica, pero no puede aprender lo que al que Aquí le explican y dictan que queda como Enseñanza, continuación de Palabras Bíblicas, que quedarán intocables como quedó su venida.

El que aprenda esta Enseñanza, que es la que Dios tiene escrita, que no se acabó y por siglos continúa, todo el consejo que dé para guiar al espíritu es medicamento que cura antes de estar enfermo con gravedad. Y si vive gravedad ya sabrá cómo guiarlo para quitar el contagio que a otro pueda llegar.

Esto si no es para enseñar puede salir contagio, pero al prepararlo Dios jamás llega contagio. Al revés, desbarata la maraña de lo malo.

Desperté, oí:

El que lleva Enseñanza, no para él que es para darla, no se puede comparar con el que alcanzó la Gloria por vivir la Santidad.

Del que Aquí mandan de él no sale nada de lo que Aquí a escribir mandan.

Por eso, aquél que sigue esta Gloria en palabras no sólo aprende él sino que también deja Enseñanza.

Son pocos los que Dios a diario entra y saca el espíritu a su Gloria para que luego queden los Libros en la Historia.

Que en nada de la Enseñanza dice “yo digo”, como puede comprobar aquél que coja los Libros.

Todo es puesto como “Dios dice, Dios me ha dicho”.

Estaban diciendo en la Gloria:

En esta Visión han dicho insulto al Instrumento, es pegarle a lo que ha escrito.

Decir que la pluma es mala y el texto mal lo puso.

Pegarle a los zapatos por estar mal el camino.

Todo esto y mucho más ha salido del hombre.

Tan sólo por enseñar lo que Dios ya manda escrito.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

jueves, 20 de agosto de 2015

El bien, en acción y en palabras

En Sueño Profético decían:

Hacer el bien en acción o en palabras da tranquilidad a tu espíritu, y tu presencia da Paz. Enseñar las buenas costumbres es arrinconar a las malas. Presentarte con honestidad es frenar el pensamiento del pecado. Pagar con un bien el mal recibido es estar en el Camino de Dios y puede que el que lo reciba te siga.

Dijo uno:

Esto es tener a Dios en tu pensamiento la mayor parte del día, y ya la otra parte te mandará, para que la ocupe, pensamientos de su Cielo, que unos están olvidados y otros están ahí pasando. Pero serán pensamientos para acarrear a Aquí.

El que tiene pensamientos malos es porque en su pensar no está Dios. El que el bien no practica, ni en acción ni en palabras que lleven a la acción, éste no piensa en Dios. El que su presentación es de pecado recuerda el pecado al que pueda tenerlo en olvido. El que paga el mal que le hicieron con el mismo mal o con aumento, que no se nombre cristiano, porque este pago no está en el Testamento de Dios.

Desperté, oí:

Si quieres darle tranquilidad a tu espíritu practica el bien, en acción y en palabras.

Si quieres que no piensen en pecado haz tu presentación con la medida del Cielo.

Si el que te hizo mal él recibe también mal no se ve malo él sólo.

Si el que mal te hizo recibe un bien él se dirá malo y a ti te dirá bueno.

Que luego el gran valor te lo dará el Cielo.

Enseña las buenas costumbres, pero que te vayan viendo en palabras, en acción o en prudencia en el silencio.

Pero que ocupe la mayor parte del día en tu pensamiento.

Que si esta parte es mayor haces bien y das ejemplo.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

miércoles, 19 de agosto de 2015

Si amas, quieres

En Sueño Profético decían:

Si a Dios quieres, a Dios amas. Y si amas, quieres. Si a Dios quieres, te ofreces de cirineo; este cirineo es para ayudar al Prójimo. Todos pueden ser cirineos. Hay más que necesitan cirineo, que puedan prescindir de él. Diciendo “Amor al Prójimo”, ya dices “Amor a Dios”.

El hombre ha puesto el querer a Dios en varias escalas, cuando ésta es única y universal. Por ejemplo, el que dice “yo respeto las cosas de Dios”, éste no ama a Dios.

El que ama a Dios, no Lo respeta, Le ruega y Lo alaba. El respeto es una antesala de lo que no vas a hacer bien.

Desperté, oí:

El que no ha creído en Dios y empieza a quererlo, supera al que siempre ha creído y no ha amado.

Es mejor no haber creído, que haber creído sin amarlo.

Creer en Dios no es completo.

Y si Lo amas, pon el completo.

El amarlo es el tronco, lo demás son las ramas.

Estas ramas, sin tronco, son secas.


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Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - C5

martes, 18 de agosto de 2015

Hoy quiero, mañana no

En Sueño Profético decían:

Dios te ama y espera, pero si tú Lo busca, Él te llama.

A Dios no puedes buscarlo y no encontrarlo. Y si Lo encuentras, no puedes olvidarlo; no puedes olvidarlo porque Él ya no te deja. El que Lo busca, no tiene que decir “yo amo a Dios”. El Amor te lleva al sitio del Amado.

El Amor que no busca, éste no es Amor, esto es cumplido, y los cumplidos no son para Dios.

Dios no admite: “hoy quiero, mañana no”. Dios es Amor y Perdón.

Enfada menos el que no quiso a Dios y hoy busca al Profeta, que el que ama a Dios y al Profeta no.

Desperté, oí:

Esto es besar la ropa y apalear el cuerpo.

Si no quieres oír su Palabra, ¿cómo sabes lo que está diciendo?

Tú sabes lo que dijo, pero no lo que está diciendo.

Lo que está diciendo, tan sólo lo sabe el que lo dice, y este sirve de Portavoz.

Si tú al Profeta no acudes, y si acudes, tus oídos tapas con tu sabiduría material, tú no sabes de este Dios Vivo.

Porque este Dios que es Humildad, a ti no te hablará.

Dios es tan sencillo, que dudan del que Él le habla.

El hombre quisiera que Dios clasificara, pero Dios es Manantial Divino, que bebe su agua todo el que tiene sed.

Hay quien no la bebe y trata de ensuciarla. Éste, ya no es de Dios.

El que más ama a Dios es el que más hace que Lo quieran.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C2

lunes, 17 de agosto de 2015

No tienen Perdón de Dios

En Sueño Profético decían:

No tienen Perdón de Dios los que pudieron cundir, al principio, estos Sueños Proféticos, y no lo hicieron. Y no tienen Perdón de Dios los últimos que siguen el camino de los primeros.

Que el avance del Elegido es arrastrando un tremendo sufrimiento.

El hombre dará ahí en la Tierra el perdón, pero ese perdón Aquí no llega, al Cielo.

Dios no puede perdonar al que tenga algunos conocimientos teológicos, lea estos Escritos, y no diga: “Esto es Palabra de Dios”. Ni puede perdonar a éstos, ni tampoco al que lo sepa y no acuda.

Aquí demuestran indiferencia y desprecio a la Comunicación de Dios.

Dijo uno:

Aquí hay dos actuaciones: ver la Verdad y querer que sea, o ver la Verdad y querer que no sea.

¡Cómo Dios va a perdonar al que Lo persigue y no quiere que estos Dictados los dé a conocer la Cabeza de la Iglesia!

Desperté, oí:

Si amaran los hombres a Dios, sufrirían de ver sufrir al que a Dios ama.

Si amaran, no podrían vivir sin acudir al que Dios elige.    

No puedes amar a Dios despreciando 27 años, todos los días, sus Palabras.

Que Dios las da a un espíritu arrobado.

El rudo del campo sabe que es Dios porque vive amándolo.

Y el culto de libros, Teólogo o literato, cuando lea los Temas, verá que es Dios hablando.

¿Quién puede decir, después de que muera, si aquí dio desprecio: “Dios me ha perdonado”?

Dios no puede perdonar al que tiene el deber de oír lo que Dios manda del Cielo, con grande afirmación, para publicarlo.

Si Dios aquí diera el Perdón, no sería Dios Verdadero, sería un dios falso.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C3

domingo, 16 de agosto de 2015

Si piensas en el Cielo, te olvidas de la Tierra

En Sueño Profético decían:

Si piensas en el Cielo,
te olvidas de la Tierra.

La Tierra es para los pies,
el Cielo es para la cabeza.

La Tierra lleva a los pies
con engaño y exigencia.

Poniéndole siempre algo
que le duela la cabeza.

La Tierra es atrevida
por la Libertad que Dios deja.

Dijo uno:

Haz por pensar en el Cielo
y después piensa en la Tierra,
que el Cielo es el que da
la entrada en la Vida Eterna.

Con este pensar que hagas,
te unes a esta Vivienda,
donde existen espíritus puros
que no pudieron tener contacto
con la suciedad de la Tierra.

Fueron creados cuando no había suelo,
cuando no había Tierra.

Éstos espíritus son
guardianes de la Gloria,
con Dios Padre
y con la inocencia de los niños,
que su nombre es los ángeles.

Esto no está en la Tierra,
por mucho que la Tierra
quiera engañarte.

Desperté, oí:

Se ha nombrado a Dios Padre
y no al Espíritu Santo
y a Dios Hijo.

Pero si pones Amor,
ves que Tres Dioses son uno.

Un Dios que se hizo Carne.

Y un Dios que manda su Espíritu
para que el hombre no piense:
“vivió, pero ya no existe”.

Aquí está el Padre sin Cuerpo;
con Cuerpo, Dios Hijo;
y el Poder de un solo Dios,
que nombras a Dios Espíritu.

Nada de Esto está en la Tierra.

Por eso empieza el Mensaje:
“Si piensas en el Cielo,
te olvidas de la Tierra”.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C8

sábado, 15 de agosto de 2015

Vida ahí en la Tierra con preferencia al espíritu

En Sueño Profético decían:

Dios no manda amenazas,
pero sí dicta sentencias.
Que ésta es una de ellas:

Todos tienen que morir
y Aquí entregar las cuentas,
sin entregar apellido,
ni del linaje que seas.

Aquí, una vez que mueres,
no te sirve para nada
lo que la materia exige
o el gran nivel que tengas
por el cargo que cogiste.

Aquí ya eres espíritu
que al cuerpo no necesita.
Por eso estas Enseñanzas
siempre repiten lo mismo:

“Vida ahí en la Tierra
con preferencia al espíritu.
El hombre que así no viva,
que no se tenga por culto”.

Siempre hubo talentos,
y si no fueron hombres de espíritu
para acarrear al Cielo,
fueron talentos de engaño,
que ellos fueron engañados los primeros.

Cuando vieron que su cuerpo
no seguía al espíritu,
por los años o por enfermo,
entonces se hacían roca,
más tirando a malo
que tirando a bueno.
Esto fue el final
de muchos hombres de talento.

Dijo uno:

Si estos hombres llevaran
siempre a Dios de Compañero,
siempre les saldría el Dios
con esta cortita frase:

“Tenemos que valorar
antes espíritu que carne,
y vivir en el Prójimo
sin querer que nos alaben”.

Desperté, oí:

No hay sufrimiento mayor,
que querer hacer
lo que pudiste hacer y no hiciste,
y la muerte te llegó.

Hombres grandes en la Tierra,
poco se ocupan de Dios.

Si estos hombres se ocuparan,
ya los demás los seguirían
como rebaño en montaña,
detrás del pastor que guía.

El dinero y los cargos
no te sirven
para que no llegue muerte.
 
Pero sí para evitar
que el hombre no se condene.

Si Dios no fuera Dios,
no le hablaría así al hombre.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C1

viernes, 14 de agosto de 2015

Amor antes que Libertad

En Sueño Profético decían:

Dios deja tanta Libertad, no para que la cojas, y sí para que la vivas si a Él no amas. Si fuera para que la cogieras, Él no te amaría. Y si no dejara que la vivieras, por fuerza ya cumplirías, pero no por eso Lo amarías. Dios es Amor antes que Libertad, y ya el Amor te lleva a despreciarla.

Un Discípulo de Jesús repite en este arrobo lo que él presenció un día cuando el Maestro hablaba a los Discípulos, y por consiguiente, a él también llegaba la Enseñanza. Dijo el Discípulo:

Íbamos un día pisando terrenos de Israel, y Lucas le dijo al Maestro:

   –Maestro, ¿esperamos un rato para ver si se deciden a venir con nosotros los que anoche Te dijeron que venían?

Y le contestó el Maestro:

  –Yo les dejo Libertad, y Amor les tengo guardado. Ellos, si hubieran querido Amor, son los que a Mí me esperan. Y si Yo les quito la Libertad, también esperan, pero Yo no les doy Amor. Si alguno de vosotros cogiera Libertad, Yo encerraría mi Amor, y ya no viviríais la Gloria de mi Padre en la Tierra. Viviríais en la Tierra, pero sin techo de Gloria y sin Maestro que os mande. Si Yo os mando, es porque Libertad despreciáis.

Desperté, oí:

Ya sabía el Maestro
que Amor a Él no tenían.

Y sabía que estarían más contentos
en sitios que a Él no querían.

Dios, si les hace de Dios,
todo lo de Él les retira:

El andar, el habla,
y del cuerpo, energías.

Los deja con Libertad
para que ellos elijan.

Amarlo, obedecerlo
y seguirlo noche y día,
o buscar otros caminos
donde a Él no Lo querían.

Haz petición a esta Gloria
para que Dios te ilumine
y Libertad no la cojas.

A Lucas se lo dijeron,
y los demás aprendieron.

El dejaba Libertad
a “los cerca” y a “los lejos”.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C3

jueves, 13 de agosto de 2015

El desprecio de la curación

En Sueño Profético hablaban de las enfermedades del espíritu de cómo curarlas y cómo se enfermaba. Hacían comparaciones con las enfermedades de la carne. Decían:

El hombre ve bien todo el diagnóstico que le da el médico para la curación de la carne. Y a dos hombres con las piernas enfermas, a uno le manda quietud y a otro que mucho ande, y al que le ves quietud tiene sus piernas más sanas, mirándolas sin entender.

Si entras en un hospital con idea de hacer comparaciones verás un hombre flaco que el cuerpo no lo sostiene, pero tiene que cumplir con el medicamento que es andar agarrado a los muebles o paredes para que el médico lo cure. Verás una cama ocupada con un hombre de aspecto tan saludable que por no estar allí encamado por enfermo no lo toma nadie. Pues si preguntas al médico y el diagnóstico da grave ninguno dice que es mentira, que se levante y trabaje. Ya pueden morir los hijos de miseria y pasar hambre que el médico no daría el alta para que el padre trabaje.

Pues si a la carne se le trata así ¿por qué el hombre no se ocupa, sin disgusto ni quimera, de la curación del espíritu cuando dé la receta el que Dios elige?

Desperté, oí:

El sufrir más grande es querer curar y que te desprecien la curación.

Esto en un médico de conciencia.

Pues figúrate querer curar los espíritus y dar para que no enfermen y no poder recetar porque muy pocos te creen.

Qué cierto que a un hombre lo ves encamado, con buen color y buen aspecto, y no te da el censurar: “Qué vago ¿cómo podrá estar quieto?”

Ves una pierna deforme, por operación que le hicieron, y con muleta o bastón le manda el médico que ande.

Y a otro que no le ves diferencia de pierna sana o enferma le verás quietud en cama, pasando hasta años.

¿Tiene sentido que el hombre quiera curar lo que muere y no acepte receta del que Dios Mando le tiene?

Hasta que el hombre no crea en la inmortalidad del espíritu la curación no le llega.

El espíritu domina cuando la carne está enferma y si Dios le manda Mando la carne sana queda.

Pero receta al espíritu, sin tu querer, no le llega.

Es pena dejar el espíritu por no creer en la receta.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

miércoles, 12 de agosto de 2015

De la Gloria sale la Enseñanza

En Sueño Profético decían en la Gloria:

De la Gloria sale la Paz. De la Gloria sale la Enseñanza para todo lo que tiene entrada en la Gloria y para todo lo que tiene salida cuando Dios da el Mando a un espíritu para que comunique de su Gloria con Visión o con Palabras.

Dijo uno:

Siendo de Aquí de donde sale el espíritu con vida y a donde tiene que venir, porque la vida del espíritu no muere, no hace el hombre por saber ni por aprender de Aquí, de lo que la vida le mantiene. Tiene el hombre tan olvidado este aprender que, además de que no aprende, lo prohibe y lo niega, y ellos quedan ciegos en la Enseñanza del espíritu para ganar la Gloria. Llaman sacrificio a todo lo que te da la Vida Eterna, que te la da a cambio de que ames al que por Él existe la Gloria. Tienes que decir, muchas veces al día: “Señor, gracias por pagarme como me pagas mis miserias”.

El hombre debería cambiar el sacrificio de vivir para que le dure la carne. Que si tiene alguna dolencia o fallo de su organismo ya es esclavo de algún médico que su carne trate y ¿a cuántos, después de estar sacrificados, el final es operarles? Y por último la defunción. Pues en las cosas del espíritu no existe ser esclavo, no existe el sacrificio, es vivir vida de Paz haciendo lo que Él nos dijo, que es el no pecar. Que el pecar es lo que hace el vivir la vida de sacrificio al mundo de Satanás.

¡Cuánto ganaría el hombre si aprendiera a despreciar aquello que de Dios no viene!

Desperté, oí:

Son razones poderosas las que este Cielo ahí manda.

Son Enseñanzas que en la Gloria no dejan de mandarlas al hombre.

Todo es querer esta Gloria, que no se pierdan los hombres por falta de esta Enseñanza.

Son dos vidas las que se viven: espíritu y materia. Con la grande diferencia de que el espíritu aquí se viene y ahí entierran su materia, del mismo modo que deja los trajes y los brillantes que tuviera.

Da preferencia al espíritu, por Dios, por la Gloria y para que tu materia deje ahí la Enseñanza que mandan en esta Gloria.

¡Qué lástima que los hombres vivan ahí, en ese Mundo, sin saber cómo es la Gloria!


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VII

martes, 11 de agosto de 2015

La Gloria tiene su precio

En Sueño Profético decían:

Esta Gloria es para todos, pero todos no entran en esta Gloria. Unos no la merecen, otros no la quieren, y mayoría no creen en la Gloria. A los que no se la merecen, Dios no se la da, porque Dios es Justicia Divina. A los que no la quieren, como Dios es Libertad, el dársela sería a la fuerza, y ya Dios copiaría del hombre, siendo Dios el que la vida les deja. Los que no creen, han rechazado su Enseñanza y han vuelto la espalda. Aquí Dios no puede hacer nada.

¡Gloria, de la que Dios no retira su Enseñanza por los que aman y adoran!

Dijo uno:

Que nunca se crea el hombre, que Dios busca al que a Él le da la espalda, que si alguna vez repite, es por otro hombre que hubiera y pueda querer su Enseñanza.

Pero el que desprecie la Gloria con la vida que ahí haga, Aquí no le sirve el lingote de oro con el que pagara; no llegarían los llantos del que Gloria quiera darla.

Desperté, oí:


La Gloria tiene su precio,
un precio de gran caudal.

Pero no hay dinero
para poderla pagar.

Parecen contradecirse
las dos frases ya “dictás”.

Ahora, estas dos que vienen,
ya te hacen el pensar:

Es un precio sin dinero,
y es un gran caudal.

Y no puedes regalarlo,
ni tampoco obligar.

Pero la pena más grande
es que Dios te quiera entrar
sin utilizar el Dios,
porque ya no sería amar.

Esta Gloria llama y niega.

Llama al que coge su Camino,
y niega al que por fuerza lo llevan.

Final y precio de Gloria:
Amor, ya crees y ya entras.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - C6

lunes, 10 de agosto de 2015

La conversión del caballero

En Sueño Profético contaban un hecho que ocurrió a Juan de la Cruz:

“Estando Juan un día contando las maravillas que Dios puede hacer en un alma, y que él tantas veces había presenciado, se acercaron unos caballeros muy conocidos por los títulos y escudos que habían heredado de familia en familia. Eran hombres que después de ellos no valía nada. Eran hombres acostumbrados a que les abrieran las puertas antes de coger aldabón, porque para eso pagaban. Eran hombres que no eran malos ni buenos. Eran color que al sol dejas sin preocuparte de que ya tuvo colorido, y después color no sabes, cuando el sol se haya escondido. Pero ni antes ni después podías dar valor al colorido. Antes y después pasabas sin decir feo ni bonito. Pues esto eran estos hombres que a Juan quisieron callarlo en su referir de Dios, de lo que había él mismo presenciado”.

Yo pronuncié esto que Aquí se ha dictado. Ahora sigue Juan:

“Un día, ya que aquello yo lo había olvidado, se presento en mi busca aquel personaje, pero ya no era el mismo. Empezó contándome que él nunca creía que yo tuviera llamada del Cielo, que primero lo perdonara antes de contarme lo que había pasado. Yo sentí algo, que me decía que no era el mismo hombre. Ya se tapó sus ojos y no obedecieron sus lágrimas, y dijo: “Me he visto no pisando tierra y hablando alguien dentro de mi mismo cuerpo. Fue susto, alegría, gozo… Era alguien como tú. Estando con unos amigos, de pronto yo empecé a hablar, pero sin mi voz ni mi forma de explicar. Todos los que me oían se pusieron de pie y a la misma voz dijeron: “¡Tú eres Juan de la Cruz!”. Yo te diré mi sentir: “era yo el que hablaba, pero la voz salía de dentro de mí, pero palabras y voz no eran mías, y sin poder yo parar aquello que dentro de mi cuerpo vivía, pude decir ya quién era, por si no me conocían. Tuve que decir: “Soy Juan, pero es Dios el que en este momento me guía”.

Desperté, oí:

Quiso Dios que todos vieran
lo que él no veía en Juan.

Ya estos amigos suyos
a Juan querían buscar.                 

Dios hace la Elevación,
lo mismo que en Juan la hacía,
pero hace la Visión
en los que no lo creían.

Es doble Mando de Dios,
actuar primero en Juan,
y a Juan, luego, Dios mandó
a que su imagen la vieran
para hacer la conversión.

Juan de la Cruz iba siempre
pensando y hablando de Dios.

JUAN DE LA CRUZ

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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C4

domingo, 9 de agosto de 2015

La palabra "bueno"

En Sueño Profético hablaban de la palabra “bueno”.

Dijo Juan:

Veníamos ya de regreso y el día ya iba acabando, cuando dos se acercaron al Maestro, y uno dijo:

   –Vamos a salir de dudas, ¿quién de todos nos podría decir lo que es un hombre bueno?

Todos fueron apartándose hasta dejar verse al Maestro.

Dijo el mismo:

   –Queríamos saber, Maestro, lo que es un hombre bueno.

   –Yo sabía que tú venías por lo que hablaste en el huerto: “¡Para ser un hombre bueno, no hace falta que obedezcas al Maestro, ni que quieras su consejo!”. ¿A que esto era lo que estabas hablando en el huerto?

Contestó uno:

   –Yo temía que vinieran a contártelo todo. Yo sé el que fue, uno que hablaba mucho del Maestro.

Otra vez se oye al Maestro:

   –No puede ser hombre bueno
el que diga las palabras
que tú dijiste en el huerto.

Hombre bueno es
el que ama a Dios del Cielo,
el que oye sus Palabras,
y el que siempre obedeciendo,
contento ama a mi Padre,
que todo lo ve desde el Cielo.

Este mismo supo en Mí,
lo que tú hablaste en el huerto.


Desperté, oí:

De piedra quedó este hombre
cuando oyó hablar al Maestro.

De piedra quedó y oyendo
lo que era un hombre bueno.

El tenía que cambiar,
lo primero, amar a Dios,
y luego ya, lo demás.

Si amaba a Dios,
hombre bueno era ya.

Él quería que Dios dijera
lo que un hombre bueno era.

Cuando el Maestro le dijo,
que el Padre en Él lo sabía,
le retiraron palabras,
y la voz no le salía.

Le entró un remordimiento,
pensando, que el que no ama,
no puede ser hombre bueno.

Bueno no puedes decir
a aquel que está sin contacto
de la Gloria que hay Aquí.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C2

sábado, 8 de agosto de 2015

Esta mujer fue ejemplo de pueblos y capitales

En Sueño Profético decían:

El bien y el mal,
solos se presentan.

El bueno con el malo,
tienen su diferencia.

Del malo no se ocupan.
Del bueno cuentan y cuentan,
queriendo el bien achicar,
y sin caer en la cuenta
que el bien Dios lo manda ya,
con una u otra envoltura,
pero dentro bien irá.

Puede que en lo que va envuelto
te confundas tú al mirar.

Pues si a Dios no llevas dentro,
difícil diferenciar
lo que Dios manda del Cielo.

Dijo una mujer:

Por la puerta de mi casa pasaba todos los días una mujer para rezar dentro de la Iglesia del pueblo. Esta mujer era joven y valor le dabas al verla. Tenía también dinero y hacía vida de claustro. Cuando entraba en la Iglesia, todos quedaban mirando. El que vivía con Dios, a Dios veía a su lado. El que del Prójimo no sabía, sus juicios hacía malos.

Ya, una mañana, al pasar por mi casa, tenía yo a uno de mis hijos en brazos y a dos que me tiraban de la falda pidiendo caprichos de unos dulzajos que pasaban vendiendo. Ella se paró y me dijo:

“Acepte que yo cuide de los caprichos de sus hijos hasta que conozcan lo que pueden comprar o no. Vivo sola y vengo de la capital porque el pecado me persigue. Soy abandonada por mi marido. Él vive pecando, y yo me he venido al pueblo para que me conozcan hacer el bien y que este pueblo me guarde. Por mucho que yo dé, no pago el haber ahuyentado el pecado”.

Desperté, oí:

Esta mujer fue ejemplo
de pueblos y capitales.

Cuando el marido se fue,
ella se quedó llamando a Dios,
pidiendo por él.

Un cambio hace a la Gloria:
encarcelarse del mundo
y hacer la misericordia.

Y que esto a Dios llegara,
para que los pecadores,
del pecado se quitaran.

La Iglesia la fue llenando:
unos, copiando de ella;
otros, gracias iban dando.

A medio pueblo socorría
de sus rentas que guardaba.

Y su marido volvió
enfermo y abandonado.

El pueblo lo recibió,
y abrazo quedó sellado
con el ruego y la oración.

Para huir del pecado
tienes que querer a Dios.


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Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - C4

viernes, 7 de agosto de 2015

Servir a Dios o servir al hombre

En Sueño Profético hablaban de servir a Dios o de servir al hombre. Decían:

El que Le sirve a Dios, le sirve al hombre. El que no Le sirve a Dios, cumple el mando del hombre, pero no es buen servidor.

El que hace servicio a Dios, no puede hacer nada que enseñe a vivir pecado.

Hay quien no ve pecado hasta que no está condenado. Y hay quien lo ve, aunque lo que vaya a hacer no sea pecado. Pero puede, el espíritu que está en contra de la Palabra de Dios, llevarte a que llegue el pecado, o a que otros piensen que estás pecando.

Que el que piense que es un ladrón, el que vea romper las cerraduras, haciendo gestos y escondiéndose, no peca si dice: “Yo le vi que quería entrar a robar abriendo la puerta”.     
 
Si lo que estuvieras haciendo no fuera lo que Dios tiene mandado, no lo hagas, porque vas enseñando a que otro lo haga; y puede llegar al pecado si no tiene Amor a Dios o temor, que son las os razones para no pecar.

Desperté, oí:

Si por tu forma de vivir haces que pequen, aunque tú no lo hicieras, ya estás pecando.

Hace a más buenos el que no peca y el que evita que piensen que estás pecando con tu forma de vivir, que el que no peca y se ocupa de ir enseñando.

Hay quien sabe que va a haber sol aunque esté nublado.

Y hay quien ve el sol y no ve claro.

Dios Hombre encargaba a sus Discípulos:

“Todo lo que hagáis, pensad que lo puede hacer otro”.

“Y puede que no crea en mi Reino o no crea en los espíritus del mal, y ya vais haciendo pecadores”.

“Si vais disgustándome a Mí, vais contentando a los demonios”.

“Si vais enseñando de lo que Yo digo con Palabras, no dejaos atrás la presentación”.

“Saben más que soy Dios por los hechos y la presentación, que por decir: “Yo soy Dios”.

“Aprended a no pecar y enseñad a no dar escándalo, aunque vosotros no estéis pecando”.



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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C2

martes, 4 de agosto de 2015

Preparado para sufrir

En Sueño Profético vi la Imagen de Dios Hijo, de espaldas y con un madero al hombro, y dijo uno:

Esta estampa la vivió Dios Hijo cuando los “sin Dios” ponen punto final a su martirio, y Lo llevan al Calvario, donde le dan destrozo a su Carne. Esta Visión que Dios hace es la que se debe a estas Palabras: “El que quiera, coja la cruz y Me siga”.

Estas Palabras no son bien interpretadas por el hombre. Hoy, aquí, en este Dictado, queda aclarado el porqué de estas Palabras que con tanta fuerza se repiten en el Evangelio: Dios no dijo que Él le daría, al que Lo quisiera, martirio de cruz porque dijera: “coja la cruz y Me siga”. Pon Amor y comprenderás, que el que a Él Lo quería, Lo seguía, pero Él tenía que advertirles que el hombre les daría martirios por creer y quererlo, y esto ya era seguirlo con su cruz, como su Maestro.

Dios no hubiera querido nunca que lo que Él pasó, lo hubieran pasado los que eran suyos, pero la Libertad Él la da antes que el Amor, para que sea Amor con Libertad, que es el verdadero Amor: Amor que es Vida Eterna, que tan sólo este Amor te hace que a Dios lo quieras, olvidándote de todo.

El que se une a Dios, coge cruz, porque el hombre se la pone, que en esta cruz se convierte la persecución y el sufrir, que tú ya aceptas por seguir un sufrir a sabiendas.

Desperté, oí:

Cuando Dios vivió de Hombre, el que no Lo siguió, ni sufrió ni lo persiguieron.

Éste no cogió cruz.

Éste, cuando Dios dijo estas Palabras, no anduvo detrás de Él.       

Volvió la espalda y se apartó sin cruz y sin Gloria.

Porque el seguirlo era creerlo y amarlo. Al creerlo y amarlo, ya te pondrían cruz.

Esto es la interpretación de estas Palabras evangélicas, dichas muchas veces pasando sólo por la boca.

Dios advierte con Amor, y da Libertad, para que el que quiera seguirlo, sepa que el que no ama le pondrá cruz.

“El que quiera, coja la cruz y Me siga”: esta Humildad se la vieron a Jesús.

Y llegó hasta el Calvario, donde Lo vieron morir.

Que esta palabra la ponen, porque si dicen “mataron”, nadie la podría oír.

El que dice “amo a Dios”, ya está preparado para sufrir.

Pero el que ama a Dios, a Dios tiene que seguir.


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Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - C2

lunes, 3 de agosto de 2015

La oración hace de puente de Cielo a Tierra

Me quedé toda la noche levantada haciendo oración, y aunque dormirme quería, no tenía sueño. Sentí el no dormirme, por no tener Sueño Profético.

Y estando pensando esto, :

Puede haber Comunicación, pero arrobo no.

Puede haber Visión de distintas maneras. La oración llama a los espíritus de la Gloria.

La oración hace de puente de Cielo a Tierra, y el empiezo es en la Tierra.

Hablaban palabras del sufrir que pone el hombre. Decían:

Hay más sufrir buscado,
que sufrir esperado.

A Dios, hace más sufrir,
el que Dios más le manda.

No es manda de mandar,
porque Dios a nadie manda.

Dios deja la Libertad,
y a ti, si es que Lo amas,
ya Él te empieza a mandar.

Pero el mando primero,
es mando de bienestar.

Casi siempre mal se porta
el que Dios más bien le da.

A veces viene un sufrir,
para sufrir enmendar.

La oración es la que sirve
para el bien y para el mal.


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - C3