En Sueño Profético decían:
El hombre engaña al hombre, y esto quiere hacer con
Dios. Pero este engaño Dios lo deja al descubierto como a la Luna y al Sol
cuando esconderse quisieran.
Dijo uno:
Si todos fueran como los once Discípulos, Le quitarían
el sufrir a Dios y al Elegido que recibe este Mando. Y es clavario el cundirlo.
Esto, todo, pertenece a sus Ministros, y deberían estar dando gracias al que
representan, que es Dios, por haber vivido en este pedazo de suelo –con lo
grande que es el mundo–. Que ya es premio estar donde haya un cuerpo que saque
Dios su espíritu y lo traiga a la Gloria, donde pocos creen en ella. Que esto
se está viendo en el trato que le dan al Elegido, con tanto desprecio.
El Ministro de Dios administra sus Poderes. Pues qué
mejor administración que estos Mensajes dichos en la Gloria, horas antes, a
este espíritu.
Desperté, oí:
Decían en la Gloria que el que Esto crea tiene que
dejar todo para defender este Caso.
Ya que este escándalo está empezando, que llegue hasta
el final, y quedarán destapados.
Decían mucho estas palabras:
Las alegrías están orando para que se forme aquí gran
escándalo.
Esto es lo que necesita el hombre con su adelanto:
Oír hablar de Dios, de su Gloria y de sus santos.
***
Libro 41 -Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C7
No hay comentarios:
Publicar un comentario