Es difícil creer sin Amor

En Sueño Profético decían:

El día que ha traído esta noche ha sido día de muchas alegrías.

La primera alegría ha sido el poder contar la Voz de Dios Hijo cómo en el arrobo se oía. El recordar esto, ya le puede a todas las demás alegrías. Es una Voz que te acerca y te retira. Estas mismas Palabras, esta noche, en el arrobo, decían.

Sigue el Mando de Dios en un espíritu de su Gloria:

¿Cómo podrá vivir, el que conozca este caso, sin acudir a la persona que puede justificar que Dios saca el espíritu del cuerpo, lo trae a su Reino, le habla y le enseña con Palabras y Visión cómo se enseña al cuerpo cuando termina el arrobo; cómo manda el espíritu al cuerpo, y ya es el cuerpo el que cuenta el arrobo; cómo al mandar Dios el espíritu al cuerpo, ya despierta a éste, y el Poder de Dios le dice que diga: “Desperté, oí?

Ya pueden decir que esta Enseñanza no puede contarla así el que no haya sido Elegido y Dios su espíritu lo haya traído a su Gloria.

También era alegría, el pensar: “Señor, un cantante podría, con esta Palabras y su voz, formar un Escándalo grande, y cundir que hay que respetar lo que Dios manda en su Reino”.

Desperté, oí:

Ha habido más alegrías, pero no son para publicarlas.

No se quita del pensamiento del Elegido el hacer gran cantidad de Libros.

Esto es lo que quiere Dios, pero el hombre le pone obstáculos.

Esto es para formar el mismo Escándalo que los pastores formaron en Belén.

Allí fue su Nacimiento, y aquí cundir que Dios, todos los días, arroba un espíritu, que lleva un Mensaje para que el hombre piense que hay Vida Eterna.

Es difícil creer sin Amor. Y es más difícil amar y ocultar al Amado, con el nombre de Dios, porque Dios Padre, a su Hijo lo hizo Dios Hombre.

Con estas Palabras dichas en la Gloria, el espíritu que las oye, cambia su persona, y el oír Dios, le sirve.

Se va a decir un pensar del Elegido. Este pensar le da Sabiduría Eterna. Aquí se dice el pensar:

“Yo no sé de letras, ni sé restar, pero el Poder de Dios, Libros me manda hacer y dictar”.

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Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C5