En Sueño Profético decían:
Hay sentir y pensar que siendo tuyo lo dice otro. Pongamos algunas comparaciones: Si amas a Dios, lo dice el Prójimo; si esperas otra Vida, lo dirá tu vivir; si no estás pecando, no admites al que en pecado está viviendo; si tu vida es de Paz, ya lo dirá el que tu Paz sienta; si tienes capacidad para aguantar el sufrir de la materia que te falte, porque Dios lo quiso así y se lo llevó, ya lo dirá el que te vea caminar sin referir “¿por qué Dios no borró fecha y quedó más tiempo aquí?”.
Esto sería ser bueno. Pero el que pide cuentas a Dios, sobra de los que se han nombrado aquí, de los que Dios luego elige para enseñar a cumplir sus Leyes con alegría, porque Dios lo quiere así.
Dijo uno:
Hay quien cumple sus Mandamientos pero no como Él los tiene mandados, son cumplidos con arreglo de mil maneras arreglados. A éstos por mucho que quieran decir que a Dios aman les sale el no hacia fuera y tú lo ves sin palabras.
Desperté, oí:
¡Qué cierto que tu sentir es el que verdad va diciendo y el que a tus serias palabras mentira le va poniendo!
El que tenga este sentir, de Mando de este Cielo, en los pasos que quieras seguirle te saldrá Dios al encuentro.
El Prójimo no se calla porque Dios ya va dando, en caridad y en constancia, el consolar de los sufrimientos, defendiendo sus Palabras y viviendo vida de ejemplo.
Todo aquél que Dios elige lleva esto escrito por dentro. Que el que ama lo ve sin preguntas y sin esfuerzos.
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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII
En los hechos quedamos al descubierto. Por nuestras obras seremos conocidos.
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