En Sueño Profético decían:
¡Es pena que el hombre busque más a Dios cuando no Le puede servir, que cuando quiera hacerle grandes servicios espirituales y materiales!
¡Es pena que el hombre busque a Dios cuando ya nadie lo quiere en la Tierra!
¡Es pena que sus riquezas le sirvan para no entrar en la Gloria!
Esto es pena, y hace falta que el hombre piense esta pena, y que cambie este pensar, pensando:
“Yo, Señor, ¿en qué te puedo servir? ¡Con lo que Tú me estás dando: con los bienes y la salud! Si yo ahora no me ofrezco, ¿qué Te podré yo decir cuando entierren mi cuerpo?”.
“Señor, quiero restituir todo el mal que Te he hecho y empezar otro vivir”.
“Señor, he sido árbol con fruto y nadie ha cogido el fruto, y el fruto se ve en el suelo. ¡Qué lástima que ese fruto no hubiera dado provecho!”.
Desperté, oí:
¡Cuántos dejan la vida material con bienes que Aquí no pueden traerse, y luego se encuentran si Gloria y sin bienes!
Si esto no es pena,
di dónde la pena pones.
Hay quien en el sufrir,
la pena pone.
Y hay sufrimientos que sirven
para que Dios ya te mande
a enseñar a ricos y a pobres.
¡Qué cierto que el hombre guarda
lo que podría rentarle
unos réditos tan subidos,
que nadie podría darle!
Esta Empresa es Eterna,
y Dios bien sabe pagarte.
Pide a Dios que seas árbol
que se aproveche tu sombra.
Y que el fruto que des
te sirva para esta Gloria.
***
Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C2
El servicio a Dios es en la salud,en la alegría y en el sufrimiento,sabiendo que Él nos dará el ciento por uno.
ResponderEliminarEso debemos pedir a todas horas
ResponderEliminarAmen Dios mío a tus Palabras!