En Sueño Profético hablaban de la Fe, de la Confianza en Dios y de la fuerza del espíritu. Decían:
La Fe no son todos los que siempre la viven. Éstos son pocos.
Fe es vida en intimidad con Dios.
Fe es vencer obstáculos que algún día les ves arreglo.
La Fe no tiene contagio, pero sí tiene deseo. Una persona con Fe se ahorra la mitad de sus sufrimientos. Y ¿qué duda puede haber de que a Dios pone contento porque confianza pone en Él?
Dijo uno:
Sin Fe, no digas “yo soy cristiano”. Sin Fe a Dios, no pidas, porque tu petición no llega. La Fe te abre caminos, y lo imposible en fácil queda. La falta de Fe hace que no te muevas para que quede arreglado donde el arreglo te espera. Dios Hombre enseñaba a tener Fe antes de que a Él Lo siguieran, y ya cuando Lo seguían, no extrañaba el Mensaje que les diera.
Desperté, oí:
El que seguía al Maestro
y Fe llevaba delante,
nunca ponía la duda
de que podría equivocarse.
Hasta “Maestro, ¿qué hago?”,
miedo les daba el hablarle
cuando veían difícil
lo roto quedar por nuevo
y lo nuevo estropearse.
Otras veces los mandaba
a la casa de un incurable.
Y les decía: “¡Id aprisa,
que puede que esté curado
antes de que llegue la tarde!”.
Ellos iban:
“¡El Maestro nos ha mandado
para daros la alegría
de que ya no digáis enfermo!”.
Él quiere que luego digan:
“Los Discípulos vinieron y dijeron
que antes de la noche se curaría”.
Había sitios
que los llevaba la Fe.
Pues sin ella,
el camino no se hacía.
Lo que verían los ojos
es lo que después no sería.
***
Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C8
La Fe conduce a la Paz porque confía en Quien todo lo puede y sabe que todo es para nuestro bien.
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