En Sueño Profético decían:
¡Cómo
no se darán cuenta de que el que Dios elige se debe a este Mando!
¡Cómo
no pensarán que Dios no puede elegir para que el hombre le diga “esto no está
bien así”!
El que
al Elegido quiera corregir, no es al Elegido a quien corrige, es a Dios, que le
da Mando trayendo su espíritu Aquí para llevar la Enseñanza que Dios Padre a
Dios Hijo Le daba cuando su Cuerpo el hombre Lo veía en la Tierra, y hoy Lo ve
el que trae a su Gloria y ahí vive con cuerpo.
Dijo
uno:
Ser
Elegido, no hay premio mayor. Pero junto a este premio también hay sufrimientos
de gran altura. Que estos sufrimientos es mejor no nombrarlos, porque si falta
Amor, a Dios Lo nombran culpándolo. Dios no quiere que el hombre hable mal de
su Gloria, de los Elegidos, de los Santos, Místicos y Contemplativos, porque al
oír sin amar puedes pecar.
Desperté, oí:
El Elegido busca donde decir: “Dios viene conmigo”.
Que
esto ya hace tiempo que Dios se lo dijo al Elegido.
Tu
presencia acerca a Dios y retira.
Retira
al que lleva dentro de su espíritu cieno venenoso y quisiera que a Dios nadie
Lo siguiera.
Los
espíritus del mal ya no saben cómo atacar.
Pero
Dios los aparta. Que esto se está viendo en muchos ejemplos.
Tú
sigue sin temor, porque por encima de ellos está la Fuerza de Dios.
Que
esta Fuerza la echa Dios como la lluvia cuando está el Sol.
***
Libro 40 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo VI - C7
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