En Sueño Profético decían:
Retira el sufrimiento cuando te llegue el pensar en el desprecio tan grande que a estas Palabras dan.
Dijo un Discípulo de Dios Hombre, Maestro para ellos:
Muchas veces Le oímos al Maestro estas Palabras:
“El que desprecie a mis Discípulos Me está despreciando a Mí. Porque lo que digan mis Discípulos es Mando que Yo les doy. Ellos no pueden callar mis Palabras, que mi Mando llevan. Si mi Mando callan, desobedecen mi Mando y están al servicio del que no cree en mi Gloria. Que mi Padre espera a todo el que a Mí Me oiga. Yo tengo que hacer el Mando que mi Padre mande en Mí; y al que Yo le doy mis Palabras tiene que cundirlas y hacerlas crecer como la hoja del árbol.”
Cuando oíamos estas Palabras, ya íbamos preparados para el que se acercara.
Estas Palabras, de este Arrobo, mandan en la Gloria que se tengan presentes cuando uno que no acuda a estos Mensajes diga que ama a Dios. Esto no puede ser.
Desperté, oí:
Debería sentir el cuerpo algo de remordimiento cuando lean u oigan al que Dios trae Aquí.
El que este Caso conozca y no acuda, que no piense en la Gloria cuando su cuerpo lo entierren.
También dicen en Gloria, que piense el Elegido, que a más desprecio tenga el hombre a tanta Verdad, más se ve que Esto es de Dios.
Tráete a tu pensamiento a los que Dios tuvo de Discípulos.
De doce que elige, son once con los que podía contar.
Cuando te llegue sufrir de desprecio, piensa en Dios Hombre, y ya pides a Dios que te perdone, porque quieres que el hombre Lo busque y siempre Lo esté nombrando.
Un Discípulo de Dios
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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C7
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