lunes, 24 de junio de 2024

Los Discípulos

En Sueño Profético decían:

Los que están unidos, juntos con otros que se han nombrado, son los que hacen falta para cundir este Caso.

Se vio una calle, no de estos tiempos, y unos hombres con ropas que les iban a la calle. Estas ropas eran túnicas que decían quienes eran aunque no hablaran. Iban unos cuatro, de los que ahora se habla, y dos les acompañaban.

Ya dijo uno:

“Dios, siendo Dios Poderoso y Único, tenía sus Discípulos. Éstos hacían falta para ir hablando lo que su Maestro les mandaba”.

“Había sitios, que Él mismo, Dios y Maestro, se negaba la entrada, y a sus Discípulos mandaba: A unos sitios, para dejar libertad, por si querían seguir sus Pasos o despreciarlos. Y a otros sitios los mandaba anunciando el día que iría a estos sitios, unos cerca y otros lejos, para que estuvieran preparados para recibirlo”.

Sigue un Discípulo del Maestro:

“Como Dios quería que donde fuéramos los nombráramos, había sitios que, al ver nuestra presencia, la cara se tapaban, y antes de que saliésemos a la calle, Perdón, para que se lo hiciésemos seguir al Maestro, nos pedían, con estas palabras”:

“Si vosotros Le pedís el Perdón, porque nosotros no lo hemos hecho bien, por no ir a Buscarlo, ¿nos Lo dará?”.

Y nosotros les contestábamos:

“Él nos ha mandado sabiendo el pensar que teníais guardado. Si queréis, venid, que achicaréis el desprecio que muchos Le dan”.

Desperté, oí:

Los Discípulos hacían falta para llevar alegrías o para quitar sufrimientos.

Aunque el Maestro sabía lo que iban a decir, si Él no estaba delante podían un día pedir el Perdón.

El que a Dios amaba, cuando nos veía, sus primeras palabras eran:

“¡Qué alegría! ¡Quién pudiera ser Discípulo de Jesús, el Salvador de los hombres!”.

Nos oían el Mando que Él nos había dado, y les decíamos: “Si queréis pedirle Mando, venid con nosotros”.

“Que Él espera al que quiera sentarse en la mesa con nosotros”.

“Pero pensad, que tenéis que sufrir, como nosotros sufrimos de Verlo a Él sufrir”.

Él guardaba su Mando cuando nos daban desprecio. Aquí se veía más que era Dios Hijo, aunque Le llamábamos Maestro.

Todos los que tu mando hagan, no te lo hacen a ti, se lo hacen al que hizo el mundo y el hombre, y éste qué mal Le paga.

Si “los que están unidos” buscan a más, más Escándalo se formará.

Aquí se ve que Esto es de Dios por el desprecio tan grande que el hombre le da, lo mismo que se lo dio a Dios cuando bajó a la Tierra para enseñar de su Gloria, y el hombre Lo mató.

Pero su Resurrección sirvió para que vieran que lo que dijo en su Última Cena, así pasó.

Se llevó su Cuerpo, y la fosa vacía quedó.

Un Discípulo de Jesús

***

Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C2

No hay comentarios:

Publicar un comentario