En Sueño Profético hablaban de cuál sería la reacción del que más ama a Dios, cuando le dijeran: “Dios habla en un hombre”.
Dijo uno:
Buscar, sin duda, de dónde sale la Palabra; oírla y meditarla; y si este Lugar cumple las Leyes de Dios, aceptarla; aceptarla y dar gracias a este Dios por hablar donde tú puedas oírlo.
No acudir, es amor de palabras, amor sin sentir, amor que dicen que amas como pudieran decir: “yo regalé mi caudal a un pobre que yo vi”. Palabras que el hombre dice, el hombre que no es de Aquí.
Ya rompo yo mi silencio,
para que escribas y lean
que el Amor no puede ser
tenerlo en secreto
y no ir en busca suya,
de Éste que es de todo el Dueño,
y es el Dueño de tu Amor,
de este Amor que llevas dentro,
que Él mismo te dio el Amor,
por ser Él el mismo Dueño.
Yo que con tantos hablé,
diciendo que a Dios amaban,
al que veía correr
y Teresa pronunciaba,
éste si quería oír
que Teresa le contara
lo que me ocurría en la noche,
la tarde o la mañana.
Porque cuando Dios te entra
en el fondo de su Casa,
y te cuenta los secretos
del Padre que mucho ama
al hijo que ayer se fue
y que hoy entra en su Casa,
porque sabe que este Amor
hace tiempo lo esperaba…
Desperté, oí:
Yo, ni sí, ni no, decía,
cuando oía decir
que a este Dios querían ahí.
Tú, si quieres, obedeces
el Mandamiento de Dios,
amando al Prójimo mucho,
que este Prójimo es Dios.
Y buscando su Palabra,
que ésta es dicha por Dios.
¡Ay Dios, que yo quisiera
en todos buscarte yo,
en todos los que dijeran:
esto me lo dice Dios!
Este Dios que nunca elige,
que Él quisiera un sólo Amor.
El que conoce a este Dios,
sin Dios no puede pasar,
aunque el hombre lo condene
y lo mande encarcelar.
Es difícil describir
este Amor cómo lo vives,
cuando aún estás ahí.
Yo Le pedía a mi Dios,
que me mandara Palabras
y que las dijera yo.
Palabras de pura Gloria,
Palabras dichas por Dios,
Palabras que el que las dice,
no las dice sin su Dios.
Este Dios, para que te hable,
tiene que verte su Amor,
que las montañas sean chicas
y las subas con Amor.
TERESA DE ÁVILA
***
Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5
Lo que se ama se busca,y al encontrarlo se abraza. Cuando hay deseos de buscar a Dios, es Él quien nos encuentra.
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