En Sueño Profético decían:
Hay quien vive pecando y hay quien no vive pensando “¿por qué pequé?”
Hay quien busca pecado y hay quien se retira de él.
Hay quien no le da importancia cuando ve que están pecando o cuando ve camino que puede llevar a pecado. Éste ya se está enfermando o busca la enfermedad.
Dijo uno:
El hombre sabe lo que es pecar pero la carne la tira al fango, a la suciedad, a lo que daña al espíritu, a lo que Aquí no entrará. Si es mujer lo que arrastró u hombre que vive, de pecado en pecado, haciendo vida como cualquier animal, que no importa comportamiento porque ahí se queda ya.
Estos hombres de pecado nada malo verán, ni al desnudismo, ni al robo, ni al crimen, ni al Prójimo atropellar y certifican adulterio incluido premio ya, que el premio es la razón que tú pones al pecar.
El que pecó y no vive, de pensamiento, en su pecar a éste nómbralo siempre como Perdón que Dios da. Como cordero que tira del rebaño por peligro que antes vio y sufre por si caen y teme que no haya curación y sea horroroso el daño.
Desperté, oí:
¡Que dos formas de vivir!
Vivir pecando o no poder vivir de pensar “¿por qué he pecado?”
Cómo te dicen en la Gloria lo que el hombre no quiere que se nombre por pecado.
Hasta que el hombre el pecado no lo vea como la fiera del campo no dejará la defensa para que viva el pecado.
Si el hombre que vive en la Tierra al crimen le diera premio, las cárceles se cerrarían y verías pocos viejos.
Pues el que viva pecado no entra en este Reino.
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Libro 65 - Dios Habla al no Quiero del Hombre - Tomo V
Si pudiéramos ver con los ojos el daño que el pecado deja en el espíritu, viviríamos huyendo de él y pensando ¿ por qué pequé ?
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