En Sueño Profético decían:
“Enseña más a amar el que mucho ama, que el que sólo enseña a que amen”.
Estas Palabras fueron dichas por el Maestro un día en la montaña cuando estaban oyéndolo hombres y mujeres:
“Enseñará más a amar el que mucho ame, que el que sólo enseñe. El que enseñe, enseñará con medida. El que ame a mi Padre, sólo verá Amor y olvidará la medida; buscará mis Palabras y las irá cundiendo, y nunca hará el mal aunque a él se lo vayan haciendo; enseñará cómo es esta Visión que ahora se está viendo”.
Y apareció un camino todo de vidrios rotos, y un hombre de espaldas ya se veía lejos del camino, y uno dijo:
“Todos estos vidrios los ha tirado aquel hombre, de un saco que llevaba lleno, porque sabía que muchos hombres, al amanecer, pasarían el camino y sangrarían ellos y sus bestias”.
Se vio de momento a dos hombres que sangraban sus pies, y quitándose unas albarcas, decían: “Tenemos que dejar el camino limpio para que otros pies no sangren”.
Ya dijo el que antes explicaba:
Estos hombres simbolizan Amor al Prójimo, Dios, y olvido a lo que Dios manda porque no existe el Amor. Estos hombres, el primero enseñaría con medida a no hacer mal, pero no porque amara a Dios, lo haría por el hombre. Los segundos enseñan el Amor que tienen a Dios. Y otra vez Aquí repito lo que Dios Hijo dijo en la montaña: “Enseña más a amar el que mucho ama, que el que sólo enseña”.
Desperté, oí:
Si estos hombres no aman, no enseñan a querer al Prójimo.
Limpian el camino si hay un mandamás que manda.
Porque ellos son sus empleados.
Pero a estos hombres de Dios, el Amor les hizo quitarlos, y en cada vidrio cogido, a Dios Lo iban llamando:
“Señor, que nunca olvide tus Palabras: “En el Prójimo estoy Yo”.
Antes de hacer Enseñanza, se debería amar a Dios.
Porque el que enseña y no ama, no entra en profesión de Dios.
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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C2
No se puede enseñar lo que no se ama. Sin Amor a Dios no hay verdadera Enseñanza.
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